Si al principio parecía un cuento rosa, la unión entre Karina Jelinek y el empresario Leonardo Fariña comenzó a tener en los últimos días un color oscuro. La AFIP lo denunció ante la Justicia por «enriquecimiento ilícito» al investigar sus últimos movimientos.
Fariña maneja dos Ferrari y un BMW, compró joyas valuadas en medio millón de dólares, realizó su casamiento en el Tattersal de Palermo -el cual le costó 350.000 dólares-, pero no posee ni cuentas bancarias ni tarjetas de crédito a su nombre y según pudieron rastrear apenas hace un mes consiguió trabajo y su sueldo es un poco más de 6000 pesos.
Si bien esta semana la AFIP lo denunció ante la Fiscalía N° 7 de La Plata, a cargo de Virginia Bravo, lo viene investigando desde mucho antes, cuando la exposición del empresario se hizo notoria así como sus gastos. La única información con que contaba el organismo era su CUIL, ya que nunca había entregado una declaración jurada, según informaron Ambito Financiero y Diario Popular.
Asimismo, cuando la AFIP se quiso contactar con el joven le resultó difícil dar con su paradero, finalmente envió un requerimiento al Registro de las Personas, donde Fariña se casó con Jelinek, para ser informado sobre la residencia del nuevo matrimonio. El domicilio que figuraba allí es el del departamento que la modelo tiene en la Avenida Libertador, lugar en donde el organismo mandó su último aviso para que el empresario se presente a aclarar su situación patrimonial. Pero aún no tuvieron una respuesta, así que ahora el empresario deberá hablar no sólo con el Fisco sino también con la Justicia.