La tecnología no es nueva. Los consumidores ya utilizan el sistema de «pasar y pagar» en ciertas tiendas en países con tarjetas sin contacto como la PayPass, de Mastercard, y la WavePay de Visa. Estas tarjetas contienen un microchip de comunicación de campo cercano (NFC, por sus siglas en inglés), que transfiere la información a un lector para procesar las transacciones.
Sin embargo, pese a las elaboradas campañas de promoción, el resto del mundo todavía está a años luz de Japón, donde los osaifu-keitai, o monederos móviles, se utilizan en más de 300.000 tiendas en todo el país, una red que ha tardado siete años en construirse.
Yuji Endo, un residente de Tokio, lleva usando osaifu-keitai desde hace dos años y asegura que la velocidad es la mayor ventaja del servicio. «Funciona muy bien en los quioscos de las estaciones de tren cuando quieres comprar un periódico y subirte al tren», explica. Si bien no ha eliminado completamente la necesidad de una billetera, ya que no todos los establecimientos cuentan con lectores, «uno tiene menos suelto en el bolsillo», agrega Endo.
Entre las desventajas, cita las tarifas anuales de membresía y los minutos que se demora en cargarle crédito a su tarjeta cuando le queda poco dinero.
El éxito del servicio en Japón se debe en parte a las peculiaridades del mercado japonés, donde el proveedor de telefonía celular NTT Docomo tiene el 50% de los suscriptores y negocia con fabricantes de teléfonos, minoristas y organizaciones de transporte y venta de entradas para que adopten el sistema.
En otros países se han llevado a cabo pruebas esporádicas con el servicio, pero ahora es la primera vez en que se disponen a lanzarlo comercialmente.
«Se trata de una situación del huevo y la gallina», plantea Howard Wilcox, analista de la firma de investigación Juniper Research. «Hasta que los fabricantes de teléfonos no detecten una demanda para los celulares con NFC, no los producirán, y los minoristas no instalarán tecnología de ventas a menos que tengan los aparatos para alimentar la demanda».
Con todo, estos teléfonos están ganando popularidad. El Nexus S, de Google Inc., disponible en toda América Latina, es compatible con el servicio NFC; y el C7 de Nokia con pantalla táctil incluye un chip NFC y permitirá los pagos móviles este año. Samsung también cuenta con nuevos teléfonos con NFC integrado, uno de los cuales, el Samsung Star NFC, fue utilizado el año pasado en una prueba del servicio a gran escala en España.
Laura Montoya vive en la ciudad costera de Sitges, al norte de Barcelona. Allí, el banco La Caixa, Telefónica y el gigante de las tarjetas de crédito Visa llevaron a cabo un prueba del «monedero móvil» con la colaboración de unas 500 tiendas. Montoya podía pagar sus compras de menos de 20 euros con un ligero «toquecito» de su teléfono por un lector. Para las adquisiciones que superaran ese precio, debía ingresar un código pin. «La mayoría de las veces era más rápido», dijo.
«Si estuviera (el sistema) disponible en todas partes, me habría dejado la billetera en casa varias veces», aseguró. En cuanto a la seguridad, Montoya se muestra confiada: «Los pagos móviles son tan seguros como los pagos con tarjetas de crédito».
Últimamente han surgido rumores de que Apple planea incluir chips NFC en su nueva generación de iPhones y iPads, pero la compañía no quiso hacer comentarios.
Fuente: Wall Street Journal