Se trata de «Piazzolla plays Piazzolla», a cargo del sexteto Escalandrum liderado por su nieto, el baterista Daniel «Pipi» Piazzolla, y de «Todo Buenos Aires», un trabajo del compositor y guitarrista Fernando Tarrés, que reinterpreta un repertorio piazzolliano en un formato de sexteto o noneto con un fuerte peso del violín de Damián Bolotín.
La novedad estriba en que no es el tango el que vuelve sobre uno de sus compositores icónicos y más controversiales sino que en este caso se trata del jazz, un género en fuerte crecimiento en el país en la última década y con un particular sonido local, el que revisita una obra y un repertorio que muchas veces parecen cerrados sobre sí mismos.
«No se trata de una cuestión de género, no es que el jazz permite abordar mejor a Piazzolla sino que, quizás -aventura Tarrés-, la cabeza con la que están trabajando los músicos de jazz es la que les permite liberarse de las ataduras simbólicas de lo que significa Piazzolla para retrabajarlo con mayor libertad».
El guitarrista, que se internó en la música de Piazzolla a partir de una comisión realizada por el Festival Buenos Aires Jazz, remarca que para los músicos de jazz «no hay una tradición ni una responsabilidad cultural que sostener» como les puede suceder a los músicos de tango y que, además, «la naturaleza del lenguaje que maneja el jazz» da lugar a un espacio para la reelaboración».
«Pipi» Piazzolla prefiere, por su parte, señalar cierta naturalidad en el abordaje de la obra de su abuelo a partir de su trascendencia musical y compositiva.
«Yo creo que cualquier músico argentino que se dedica a hacer buena música en algún momento se propone hacer temas de Piazzolla y, de algún modo, eso fue lo que nos pasó a nosotros», dice en referencia a la decisión de Escalandrum de abordar el repertorio del creador de «Adiós, Nonino».
Hablando sobre la tensión que implica el abordaje de lo piazzolleano” desde el jazz, «Pipi» considera que «lo más importante es escuchar profundamente la obra, empaparte del vocabulario, de sus climas y sus tempos».
«Hay que tener en cuenta todo lo que lo atañe también a su forma de tocar porque no podés hacer un homenaje de alguien sólo rigiéndote por lo que está en la partitura, hay que ver cómo interpreta porque muchas cosas no están escritas», señala el baterista.