(Río Gallegos, mayo 15 de 2011) – Lejos de vislumbrarse un atisbo de solución, el conflicto petrolero patagónico sigue escalando en intensidad con nuevos incidentes que sobrepasan las protestas sindicales y comprometen el clima social de las provincias de Santa Cruz y Chubut.
Ayer, se registró un nuevo episodio de fuerte tensión en el yacimiento chubutense de Cañadón Perdido donde personas no identificadas intercambiaron disparos de armas de fuego con la policía.
El conflicto petrolero que se inició a principios de abril en la región norte de Santa Cruz se ha extendido en los últimos días a la zona del Golfo de San Jorge que abarca territorio de Chubut. Por la inactividad que se registra en las dos provincias, está afectada más del 15% de la producción petrolera del país , lo cual vuelve a poner en jaque la disponibilidad de crudo para las refinerías que no alcanzan a producir todos los combustibles que demanda el mercado.
En conflicto gremial que se abrió en Chubut, la principal afectada es YPF que tiene bloqueada la producción de 5.000 metros cúbicos diarios que representan casi el 2,5% de la producción nacional.
A las 6,45 de ayer, personal policial de Chubut detectó en un sector del yacimiento Cañadón Perdido el ingreso de cinco personas que habían roto el alambrado Tras un intercambio de disparos que no dejó heridos, los agresores se retiraron. A su vez, en otro sector se localizó una combi con unas 20 personas que intentaban acceder al yacimiento. Al no poder hacerlo, rompieron un caño de agua y se alejaron del lugar.
Una hora después, a las 7,45, otras seis personas se presentaron en el puesto conocido como “Administración Km. 3” donde quemaron varias cubiertas antes de emprender la retirada.
El conflicto en Chubut tiene como protagonista a un sector del gremio de la construcción denominado “los dragones” . Este grupo – que no responde al titular nacional de la UOCRA, Gerardo Martínez – reclama la equiparación salarial con los petroleros, que cobran entre dos y tres veces más Para levantar los cortes de rutas y los bloqueos a los yacimientos que implementaron en los últimos días, los delegados y trabajadores de la construcción reclaman – como primera medida – el pago de una suma fija de $ 5.000 , tal como acordaron los petroleros.
Ayer el único funcionario nacional que se refirió al conflicto fue el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien sostuvo que “no puede ser que pase lo que pasa en el sur con los petroleros y con los docentes en Santa Cruz que traban los pozos de petróleo: son hechos dirigidos porque se sabe que la Presidenta proviene de esa zona”.
Mientras crece la tensión en el sur, en Buenos Aires los técnicos especulan que algunas empresas o el propio Gobierno ya estarían gestionando la importación de crudo por barco para paliar la reducción de la producción local.
Si bien desde el ministerio de Planificación salieron a desechar esa posibilidad, no se descarta que en los próximos días alguna petrolera haga punta con la compra de crudo importado ante las crecientes dificultades que registrarían las refinerías para poder mantener sus niveles de producción.