Con un 83 % de votos escrutados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), se confirma que Humala es con claridad el candidato más votado, con un 30,9 % de los votos, seguido por Keiko Fujimori, que cosechó un 23,1 %.
Tras ellos se situaron el economista Pedro Pablo Kuczyinski (19,6 %), que esperó hasta esta mañana para reconocer su derrota, ya que durante la tarde de ayer algunos conteos le situaban segundo, por delante de Fujimori.
El conteo de votos para el Congreso va mucho más lento, pero ya se conoce que hay paralelismo con los votos presidenciales, ya que los partidos o alianzas más votados son Gana Perú, de Ollanta Humala (aproximadamente 26 % de los votos), y Fuerza 2011, de Fujimori (22 %), sin que se conozca todavía la extrapolación de estos porcentajes en escaños.
Esto significa que, tanto para asegurarse los votos en la segunda vuelta como para lograr una mayoría cómoda en el Congreso, Humala y Fujimori van a necesitar forjar consensos ante los que, en principio, Fujimori parece mejor situada al ubicarse ideológicamente a la derecha, como el resto de candidatos perdedores ante los que habrá que buscar apoyos.
Kuczyniski no se ha querido pronunciar con claridad sobre a quién podría endosar sus votos porque «Ollanta Humala es más peligroso pero Fujimori también tiene sus bemoles», y adelantó que cualquier apoyo se decidirá con arreglo a tres premisas: respeto a los derechos humanos, libertad de prensa y deslinde con la corrupción.
Sin embargo, otros dirigentes de la alianza que lideraba Kuczyinski, como Marisol Pérez Tello, ya se han pronunciado a favor de apoyar a Keiko.
Desde el partido del expresidente Alejandro Toledo, el legislador Carlos Bruce, jefe de su bancada parlamentaria, comentó hoy que decidir entre Humala y Fujimori «no es fácil».
Bruce agregó que su partido tiene «fundadas razones para desconfiar sobre que esas dos opciones vayan a respetar el sistema democrático, los derechos humanos, la libertad de prensa y el crecimiento económico», pero dijo que van a intentar «ver si podemos encontrar puntos de vista en común».
La candidata de Fuerza 2011 se recluyó hoy en su casa y no quiso ofrecer declaraciones, mientras que Ollanta Humala sí lo hizo para mostrar su disposición a dialogar tanto con el grupo de Kuczyniski como con el partido Perú Posible, de Toledo.
Quien sí hizo declaraciones fue el presidente Alan García, que felicitó a Ollanta Humala por haber sido capaz de «expresar una ansiedad, una vocación de 30 % de peruanos que quisieran más obras y más atención», en alusión al carácter de «protesta» que siempre se atribuye al nacionalismo.
En cuanto a Keiko Fujimori, García dijo que «ha representado una bandera de orden, un recuerdo de obras pequeñas en favor de los más humildes», en referencia a las políticas de corte autoritario y asistencialista que encarna la candidata.
Los resultados de ayer no han sentado bien a la Bolsa de Valores de Lima, que terminó cerrando con una caída de 3,1 puntos, que los analistas atribuyeron al temor de los mercados ante los resultados, y más concretamente el miedo a una victoria de Humala por sus propósitos de reformar la Constitución y reequilibrar el modelo económico con fines más redistributivos.
Al respecto, Alan García lanzó un mensaje muy claro contra toda veleidad de cambio en política económica: «El mundo sabe que, quien quiera sea elegido presidente, hombre o mujer, estará sujeto a los compromisos que ya existen, a los lineamientos racionales del sistema económico mundial».
De los dos candidatos ganadores, ha sido el equipo de Ollanta Humala el que comenzó hoy a multiplicar su aparición en programas de radio y televisión lanzando mensajes de moderación y en busca de consensos.
Dos de los «pesos pesados» del nacionalismo, los congresistas Daniel Abugattás y Marisol Espinoza, ya comenzaron a «cortejar» a Beatriz Merino, la respetada ex Defensora del Pueblo y nada sospechosa de izquierdismo, como una posible futura primera ministra en una eventual victoria de Humala en segunda vuelta.
Merino ha guardado un prudente silencio. Al fin y al cabo, hoy es solo el primer día de digestión de los resultados y quedan todavía dos largos meses de campaña por delante.