Bajo un cielo totalmente nublado que amenaza con lluvia, los fieles esperan en la plaza de la Santa Sede por la beatificación del Santo Padre polaco, tras lo cual el lunes se realizará una misa de acción de gracias.
El Circo Massimo, ubicado en el centro de Roma, será escenario de esa vigilia de rezo en honor a Juan Pablo II, que estará dividida en dos partes.
En la primera, llamada Celebración de la Memoria, intervendrán el que fuera secretario particular de Juan Pablo II y actual cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziiwisz, así como también el que fue su vocero durante 22 años, el español Joaquín Navarro Valls.
En esta parte de la vigilia participará además la monja francesa Marie Simon Pierre. Su curación de la enfermedad de Parkinson de manera inexplicable para la ciencia abrió las puertas a la beatificación de Karol Wojtyla.
El segundo capítulo de la espera será la Celebración de los Misterios Luminosos del Santo Rosario, que fueron introducidos por Juan Pablo II durante su papado. El rosario se recitará en conexión directa con cinco santuarios marianos de todo el mundo: el de la Virgen de Guadalupe, en México; Fátima, en Portugal; Lagniewniki, en Polonia; Kawekamo-Bugando, en Tanzania, y Notre Dame, del Líbano, todos ellos a los que el fallecido Sumo Pontífice estuvo muy ligado.
Además, al término de este acto se realizará una conexión por video con el Papa Benedicto XVI para rezar una oración final y recibir la bendición apostólica.
Una vez concluida la vigilia, las personas que lo deseen podrán acudir a ocho céntricas iglesias de Roma, que estarán abiertas toda la noche en la llamada Notte bianca di preghiera (La noche en blanco de los rezos).
Las previsiones meteorológicas para Roma, que poco a poco va recibiendo a los peregrinos (algunas autoridades prevén que lleguen al millón de personas), dan un cielo nublado y con lluvias intermitentes para el resto del sábado. Algo que podría deslucir el acto de vigilia en el enorme espacio abierto del Circo Massimo.