Lo hace en el marco de la causa en la que se investiga el crimen de Monseñor Enrique Angelelli en La Rioja, el 4 de agosto de 1976. El obispo llevaba en una camioneta una carpeta con información que había recopilado sobre los asesinatos de los sacerdotes Murías y Longueville, sucedidos el 18 de julio de 1976.
Cuando Angelelli se trasladaba a bordo del vehículo junto al sacerdote Arturo Pinto, otro automóvil los encerró, provocó un vuelco y a causa del siniestro murió monseñor, salvándose Pinto.