Publicado en

Así se alienta la migración a TDF

El Diario La Nación dice que Tierra del Fuego vive otra vez un boom y que se debe a las medidas de protección a la industria electrónica. Asimismo señala exageradamente que la playa de estacionamiento un supermercado no es extraño cruzarse con una Ferrari o un Porsche.

(Río Grande, 26 de marzo de 2011)  Si se hiciera una encuesta entre empresarios, comerciantes y hombres de negocios acerca de cuál es el funcionario más popular del gobierno nacional, seguramente Guillermo Moreno no ganaría en ninguna provincia. La excepción sería Tierra del Fuego.

A partir de la aplicación de medidas proteccionistas como las licencias no automáticas que impulsa el polémico secretario de Comercio Interior, la economía de la isla vive un verdadero boom de consumo que impacta al recién llegado desde el continente.

En la playa de estacionamiento del supermercado La Anónima de Río Grande -la capital económica de Tierra del Fuego-, no es extraño cruzarse con una Ferrari o un Porsche.

Y, seguramente, deben de ser muy pocas las ciudades argentinas que cuenten con una decena de concesionarias de autos de alta gama, desde Volvo hasta Mercedes-Benz, pasando por Audi y Alfa Romeo, para una plaza que, según el último censo, no supera los 70.000 habitantes.

La existencia de este parque automotor del Primer Mundo no se puede entender sin el régimen de promoción económica que permite traer vehículos del extranjero sin pagar IVA o los derechos de importación -lo que se traduce en precios entre 28 y 30% más bajos que los del continente-, aunque también se explica a partir de la llegada de nuevas inversiones para la protegida industrial local de electrónica.

«Acá los sueldos de la industria electrónica son muchos más altos que en el resto del país, con lo cual no es extraño que alguien de clase media acceda a un auto de alta gama», explica Diego Greco, gerente de la concesionaria oficial de Audi.

De acuerdo con el Ministerio de la Industria, a partir de la sanción de una serie de medidas como la ley que elevó los impuestos para los productos importados y los bajó para los producidos en Tierra del Fuego -conocida como el «impuestazo tecnológico»-, las inversiones en la industria electrónica para el período 2010-2014 superarán los US$ 400 millones y sólo en el último año se crearon 2100 puestos de trabajo en Río Grande. La industria electrónica local además se prepara para recibir un nuevo impulso con la entrada en vigor este mes del régimen de licencias no automáticas, que alcanza a teléfonos celulares, cámaras digitales y notebooks.

La apuesta oficial es replicar con las notebooks lo que ya pasó con los celulares, cuya producción en Tierra del Fuego se multiplicó por 12 en el último año, hasta alcanzar los 4,9 millones de unidades. En la isla, además, hoy están presentes -en la mayoría de los casos a través de acuerdos de producción a facon- prácticamente todos los grandes jugadores del negocio de la telefonía móvil, con la excepción del iPhone y la BlackBerry. En el caso de las computadoras portátiles, en 2010 se vendieron en el país 1,1 millones y este año se espera que el número se triplique, impulsado no sólo por la demanda privada, sino también por las compras del Estado nacional para el programa Conectar Igualdad. Algunas empresas, como BGH, Newsan, Garbarino y Radio Victoria, picaron en punta y ya están montando sus líneas de producción en la isla, con una inversión conjunta de $ 80 millones. En el sector además reconocen que prácticamente todas las grandes marcas internacionales están a la búsqueda de fábricas instaladas en Tierra del Fuego para que les produzcan en Río Grande ante las dificultades que ya enfrentan para importar sus notebooks desde el exterior.