Motivados por las revueltas que se propagan por el mundo árabe y los cambio políticos que se han producido en Egipto y Túnez, miles de manifestantes salieron ayer a las calles de la ciudad de Benghazi, en Libia, para demandar la salida del régimen de Muamar Kadafi, en el poder desde hace 42 años. Las fuerzas policiales dispersaron a los manifestantes que reclamaban ante una comisaría la puesta en libertad de un militante de derechos humanos. La represión dejó un saldo al menos 38 heridos, aunque medios on-line vinculados a grupos opositores aseguran que hubo dos muertos durante la movilizaciones.
Por su parte, la televisión estatal mostró imágenes de manifestantes a favor del Régimen en Benghasi, Sirte, Seba y Trípoli. Al igual que las sublevaciones que derrocaron a presidentes en Egipto y Túnez, los activistas libios están empleando las redes sociales como Facebook para convocar a estas protestas, que continuarían hoy.
Desde 1969, cuando tomó el poder tras dar un golpe de Estado a la monarquía que imperaba en el país, Kadafi se constituyó como la máxima autoridad de Libia, aun sin la investidura de cargo oficial alguno: se declara el Guía de Revolución.
Por su parte, Estados Unidos alentó las protestas. “Apoyamos las demandas ciudadanas en Libia y en otros países de la Región”, señaló en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Philp Crowley.