«Esta es la filtración más importante de la historia, más que la de los papeles del Pentágono», afirmó ayer Julian Assange, fundador de Wikileaks, desde su escondite, mientras pesa sobre él una orden de arresto internacional emitida por la Interpol a pedido de la policía sueca.
Pese a que los últimos días no fueron fáciles y le trajeron fuertes dolores de cabezas, Assange accedió a dialogar con el diario El País vía Internet sobre las repercusiones que tuvo la difusión de los cables del departamento de Estado de los Estados Unidos y las amenazas que se sucedieron desde entonces.
Consciente del quiebre que significó la difusión sobre qué piensa de sus aliados y enemigos el gobierno de Obama, aseguró que «la política internacional se dividirá entre el pre y pos cablegate «.
Sin dudarlo, cree que se trata de la mayor filtración de la historia: «Son más de 265 millones de palabras. Es la más relevante y cubre cada tema serio del país. Es más significativa que la de los papeles del Pentágono».
Respecto a la responsabilidad del presidente estadounidense y sus futuras acciones, Assange sostuvo que si hay evidencia de que Obama aprobó espiar en Naciones Unidas, debería dimitir. «Obama debe decir qué sabía de esa orden ilegal y cuándo supo de ella. Si se niega a contestar o hay evidencia de que aprobó esas acciones, debería dimitir», resaltó.
Por otro lado, dijo ser víctima de «cientos de amenazas de muerte», aunque ya se acostumbró a ignorarlas. «Tenemos muchos apoyos, pero también recibimos muchos ataques», comentó.