El Senado de los Estados Unidos ratificó el nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés), la principal iniciativa de la gestión de Obama.
El acuerdo aprobado en abril entre el primer mandatario norteamericano y su par ruso, Dimitri Medvedev, fue aprobado por 71 votos a favor y 26 en contra.
El START, que reemplaza al START I, sancionado el 31 de julio de 1991, cinco meses antes del colapso de la Unión Soviética, prevé que ambas potencias reduzcan su arsenal de armas atómicas a 1.550 ojivas nucleares y reduce a 800 el límite de vectores, tales como misiles intercontinentales, submarinos y bombarderos estratégicos.
Sin embargo, deberá ahora ser revalidado por el Parlamento de Moscú.
Por su parte, Rusia ha saludado esta ratificación; no obstante, estimó que Moscú «necesita tiempo» para estudiarlo antes de hacer lo propio.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, añadió que el texto de la resolución había sido «en cierta manera enmendado con respecto al proyecto inicial» y además subrayó que el ministerio y el Parlamento necesitarán «un cierto tiempo para estudiar los documentos de ratificación estadounidenses».
Con esta aprobación, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, logró una importante victoria en materia de política exterior, tras largas negociaciones con la oposición, que hoy dio su respaldo para aprobar el proyecto.
Para alcanzar el nuevo START, los demócratas necesitaban lograr el total de 67 votos para cumplir con los dos tercios de senadores presentes que requería la votación.
Dada su actual conformación de 58 senadores, el oficialismo buscaba el apoyo de por lo menos nueve votos republicanos; finalmente, se fueron 13 los miembros de la oposición a favor del tratado.