Instaurado en 2009 como una forma de reconocer la trayectoria de los grandes músicos del tango, el Premio Horacio Salgán consta de una estatuilla creada por el dibujante Miguel Rep y un premio en efectivo de 20.000 pesos, que Federico decidió donar, por mitades, al Hospital Garrahan y a la Fundación Favaloro.
«Este premio para mí es todo porque los momentos más felices de mi vida musical fueron con Horacio Salgán y con Astor Piazzolla», afirmó Federico al recibir el premio.
El genial bandoneonista y autor de tangos como «Cabulero» y «Capricho otoñal», agregó: «lo del dinero lo agradezco enormemente pero prefiero donarlo para el Hospital Garrahan y la Fundación Favaloro».
Momentos después de recibir el lauro, Federico agregó que «no es que Piazzolla y Salgán sean los únicos referentes del tango pero sin dudas son dos figuras que desde que yo empecé con el bandoneón (a comienzos de la década del 40) hasta ahora forman parte de lo más grande del género».
La cantante Susana Rinaldi, el director de orquesta Horacio Malvicino y el intérprete folclórico Zamba Quipildor fueron algunos de los músicos que tomaron parte de la celebración, que reunió representantes de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales, Argentores, Capif, Sadaic, el sindicato de músicos Sadem, Camuvi y AADI.
Al otorgar el premio a Federico, el presidente de Télam destacó que entregar este lauro el mismo día en que la presidenta, Cristina Fernández, lanzó oficialmente el canal Incaa TV de películas argentinas se convierte en una interesante coincidencia.
«En Olivos la Presidenta dijo que más allá de lo que hace a la industria ese canal de cine nacional tiene que ver con la identidad de los argentinos y este premio que entrega Télam busca lo mismo, porque el tango es una de las expresiones culturales más claras y potentes de la Argentina y porque es justo honrar a los maestros», aseguró García.
«Nosotros -remarcó el titular de la Agencia Nacional de Noticias- no nacimos de un gajo, esta patria que tenemos ha sido fruto del aporte de distintas generaciones en distintas cosas y maestros como Federico son parte de la riqueza cultural de nuestra nación, hablan del nivel y la calidad de vida de los argentinos».
Refiriéndose al lauro que acababa de recibir, el maestro Federico señaló que las distinticiones eran algo que lo ayudaban a «seguir un poco más».
«Yo, la verdad -dijo Federico- me pregunto por qué me dan a mí este premio porque yo, realmente, ya estoy de vuelta. Lo mío es un misterio que no sé explicar».
«En estos últimos años -detalló- recibí infinidad de reconocimientos que realmente me han apabullado y en estos momentos en que pienso en retirarme estos premios me impulsan a seguir un poco más aunque, yo creo, que di todo lo que pude dar y sé que mi físico no me permite hacer mucho más esfuerzo».
Nacido en 1927 y habiendo debutado discográficamente con 17 años junto a la orquesta de Juan Carlos Cobían, Federico se transformó con el tiempo en uno de los grandes maestros del bandoneón.
Tocó en las agrupaciones de Di Sarli, Alfredo Gobbi y Mariano Mores, entre otros, hasta que dirige la que acompaña al cantante Julio Sosa en 1959 y posteriormente crea su propia orquesta, que aún hoy sigue tocando y que es uno de los grandes sonidos del tango.
Con Salgán no sólo graba un disco para el mercado de Japón junto al Quinteto Real sino que integra la orquesta del pianista entre 1949 y 1952, antes de que armara su propia agrupación junto a Atilio Stampone en 1953.
En 2009, después de dos décadas sin registrar un álbum completo en estudio, registró «Sentido único» junto al guitarrista Hugo Rivas, con el que se hizo acreedor al Premio Gardel.