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Columnistas: Debajo de la alfombra

“Mientras limpia y ordena, escucha en la radio algo que le produce escalofríos. ‘A partir de hoy –dice el noticiero matinal– cada familia deberá hacerse cargo de su propia basura…’ Especial por Alejandro Romero para radiofueguina.com.




Los seres humanos desarrollamos una extraordinaria capacidad para desentendernos de los asuntos difíciles. Por lo general, “echamos culpas” y nos engañamos creyendo que lanzamos el problema a varios kilómetros de nosotros. Curiosamente para nuestro entendimiento, el asunto quedó resuelto, porque lo que no se ve, para muchos no existe. Aún, si ha sido escondido debajo de la alfombra ;).



Le ruego que por unos momentos reflexione conmigo, sobre un tema muy preocupante y particularmente dañino para “todo”. Necesito que sea sincero y explote al máximo su creatividad. Pero por favor, que no sea una presión, porque no todos podemos resolver problemas que parecen simples, más aun los muy complejos. Vamos ya con el asunto…



Se levanta en la mañana luego de una buena noche. Como siempre, lo primero es ir al baño para cumplir con las necesidades inmediatas. Se cepilla los dientes, y luego de higienizarse, está todo listo para preparar el desayuno. Prende la hornalla y calienta el agua para el café o té. Corta el pan en rodajas para tostarlo. Algunos gustan desayunar con galletas de agua por lo que deja un paquete abierto en la mesa. Pone un frasco de mermelada de ciruela y un pote plástico casi vacío de dulce de leche. La mesa está lista y la horda llega hambrienta. Algunos, usan sobrecitos de edulcorante, otros solo gustan amargo. Hay quienes toman unos mates y otros beben té con alfajores.



Algo más lejos de la cocina y ya desayunado, el hombre de la casa pone en marcha su vehículo para que el motor tome algo de temperatura. Mientras tanto, en el centro de la escena, la más pequeña saca puntas a su lápiz, la del medio arruga varias hojas y las tira al tacho de basura, porque no logra dar con la inspiración que necesita para la redacción que debe presentar. El que le sigue se queja porque el desodorante está vacío. Le indican adonde buscar uno para reponer y deja el vacío sobre la mesa. La mayor, apurada, toma toallitas astringentes pasándolas por el rostro tratando de quitar “brillo”.



En pocos minutos, todos suben al auto y salen para enfrentar la jornada. La calma ha vuelto. La esposa observa el desorden que ha quedado. Los envoltorios de los alfajores, el recipiente plástico vació del dulce de leche, las migas por la mesa y el piso, restos de saquitos de té, restos de yerba usada, envoltorios de los saquitos de té, un desodorante vacío, toallitas, servilletas de papel, la colilla de un cigarrillo, hojas hechas un bollo, restos de lápiz y un sin fin de cosas más. Eso pasa todas las mañanas… Sí, todas las mañanas en pocos minutos, generamos gran cantidad de desperdicios. Sin contar el dióxido de carbono que también es basura originada por el caño de escape del auto. Una tonelada y media anual de dióxido de carbono es lo que produce solamente ese automóvil…



La señora, mientras limpia y ordena, escucha en la radio algo que le produce escalofríos. “A partir de hoy” – dice el noticiero matinal – “cada familia deberá hacerse cargo de su propia basura”, “no pasará más el recolector y cada quien, deberá resolver de manera sana e inteligente que hacer con su propia basura”.



La jefa del hogar queda perpleja, se sienta, respira profundo y comienza a delinear un plan. Imagina como hacer con algo que no estaba en sus cálculos. Observa hacia un lado y otro y en cada rincón ve “basura”. Se encoje de hombros, lleva las manos a la cara y piensa…



Ya entrada la tarde, esperaban solamente al varón. La señora de la casa estaba ansiosa por llamar a reunión y cuando llega el que faltaba, simplemente los reúne a todos en la cocina.



“¿Que pasa mamá, dale que tengo que charlar con una amiga por Facebook?” – dice la más chica –



“Tomen asiento que vamos a hablar de algo importante” – dice ella –



A partir de hoy, toda basura que generemos, debe ser tratada por nosotros mismos. El basurero no recolecta más nada, deberemos ser nosotros quienes resolvamos este problema. ¿Tienen alguna idea de cómo vamos a hacer?.



Todos se miraban atónitos. El silencio era abrumador. La noticia los tomo por sorpresa y no encontraban ni una idea razonable en sus pensamientos.



La mamá rompe el silencio con una idea…



“Debido a que no sabemos cómo resolver esto, vamos a tomar una medida inmediata hasta tanto se nos ocurra una definitiva. A partir de hoy, cada quien recoge su basura.



La más chica la mira como diciendo ¿yo?



“Sí hija querida, vos también. ¿Qué hiciste con la basura del sacapuntas hoy?



-No se mamá, no lo recuerdo… quedo ahí en la mesa-



Bien, a partir de ahora, vas a juntar ese desperdicio en un frasco.



¿En un frasco mama?



Sí, y cuando lo tengas lleno, lo vamos a usar de abono para la tierra. Tus toallitas astringentes también son de papel y pueden transformarse en abono junto a todos los residuos de las verduras y frutas. Los plásticos, latas, vidrios y demás, no lo tengo resuelto, por lo que vamos a reducir al mínimo indispensable la compra de estas cosas, hasta tanto pensemos que hacemos con ellos. Vamos a comprar gaseosas retornables, llevaremos bolsas al supermercado, reduciremos las compras de plásticos, compraremos tomates en la verdulería para suplantar las latas, volveremos a las cosas naturales, sembraremos porotos y otras legumbres. Trataremos de viajar en el transporte público de pasajeros, usando el auto solamente para recreación o urgencias…



Bien, ya pasó, respire, esto no sucede en la realidad…, Usted tiene resuelto el problema, sus residuos salen de su casa, aunque no sabe adónde van y como impactan al medio ambiente. ¿La basura?, está bien guardada debajo de la alfombra… pero… si en un caso extremo usted hubiera tomado estas medidas, ¿Por qué no lo hace ahora? ¿Es capaz de reducir al mínimo su basura? ¿Es capaz de separarla? ¿Es capaz de no generar tantos residuos? A la vista, sabemos que no, pero en algún momento, saturaremos la tierra y el aire con contaminantes y deberemos encontrarnos con este problema.



¿Es necesario llegar a este extremo para reflexionar?



¿Qué haría usted si a partir de mañana no pasa más el recolector de basura?




Un cordial saludo




Alejandro Romero


calentamientoglobal@ymail.com