Dos ojos apareciendo de pronto ante quienes intentaban descubrir en el fondo de una mina a un grupo de mineros que se creía malogrados.
Al diario chileno esa imagen conmovedora le hizo citar a Dios, pero el papel del hombre para hacer posible ese milagro resulta digno de ser tenido en cuenta.
Siempre el resultado puede ser otro que el que las circunstancias aparentan si se pone el trabajo y la fe en que el milagro puede ser realidad.
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