La debacle futbolística del seleccionado de Francia despertó no sólo las críticas de todos los ámbitos de la sociedad de ese país, sino que provocó la intervención del propio presidente de la República, Nicolás Sarkozy, quien convocó para mañana al delantero Thierry Henry, para que le brinde explicaciones sobre la eliminación del equipo en la primera ronda del Mundial y la crisis interna del plantel.
El delantero del Barcelona abordó ayer un avión privado desde Sudáfrica rumbo a París, mientras sus compañeros de equipo regresaban a la concentración tras sufrir una nueva derrota en la Copa del Mundo, ante el anfitrión, Sudáfrica. Así, Francia se despidió con un empate y dos caídas del certamen, siendo el último en las posiciones finales del Grupo A.
La reunión entre el mandatario francés y la figura del seleccionado se llevará a cabo mañana en el Eliseo –sede del gobierno-, según informó hoy la radio RMC y reprodujo el diario español ‘Marca’.
Durante el cónclave, Sarkozy le preguntará al futbolista por los enfrentamientos internos del plantel, la expulsión de su compañero Nicolás Anelka del equipo y el papelón galo en el Mundial, donde había llegado como último subcampeón.
La prensa francesa coincidió hoy en señalar que se acabó un ciclo y calificó la actuación de Francia como “el fracaso más estrepitoso de la historia de Francia”. Incluso, el prestigioso diario deportivo L’ Equipe reclamó sanciones para los jugadores amotinados contra el DT, así como la destitución de los responsables en la Federación Francesa de Fútbol.