Los entrenadores de los demás equipos fueron los menos benévolos con el jeque árabe Sheikh Mansour, el promotor de que varios de los mejores de la Liga hayan caído en la tentación de jugosos contratos, por cierto imposibles de igualar para otras instituciones.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
El caso de Carlos Tevez fue el que más ruido generó, dado que el argentino dejó el United (y en malos términos) para cruzar de vereda y pasar a defender los colores del otro equipo de Manchester. Sir Alex Ferguson debió pagar el costo político de semejante «bomba» y no ocultó su desdén ante los micrófonos.
«El City es un equipo pequeño de mentalidad pequeña que siempre está pendiente del United. ¿Adebayor? Nos llamó a nosotros horas antes de firmar por el City. El chico quería irse del Arsenal adonde fuera», disparó.
Precisamente al togolés Emmanuel Adebayor lo acompañó su compañero del Arsenal Kolo Touré, uno de los líderes del vestuario de Arsene Wenger, técnico del equipo londinense, quien también estalló: «El City no vive en un mundo real porque no viven de sus ingresos. No todo es comprar, comprar, comprar».
Rafa Benítez, su par del Liverpool, vio cómo Gareth Barry, del Aston Villa, se le escapaba de entre las manos para irse al City. Más tranquilo, el español analizó: «Será interesante observar cómo les va. El dinero no garantiza títulos. El escudo aún pesa en el fútbol».
La larga lista, detallada en un artículo publicado por el diario As, concluye –al menos por ahora- en Lescott, del Everton, cuyo entrenador, David Moyes, sintetizó: «No tienen respeto ni educación».
Vencido por el Real Madrid, meses atrás, en la pulseada por Kaká, el City ahora puede congraciarse con el resto de Europa. David Taylor, secretario general de la UEFA, lo graficó de la siguiente manera: «Quien pretenda competir con el City está en serio riesgo de arruinarse».