También reconocida como las 84 Horas de Nürburgring, hoy vuelve al recuerdo la hazaña de la industria automotriz argentina, que bajo la inspiración del quíntuple ex campeón mundial Juan Manuel Fangio se cumplió durante varias jornadas sobre el difícil y exigente circuito alemán.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Con un auto fabricado en el país, el Torino trascendió nuestras fronteras y se mostró ante los ojos de miles de aficionados y seguidores del automovilismo mundial.
Tres Coupé Torino 380 W, 28 cajones de repuestos y un grupo de pilotos y mecánicos salieron a conformar la Misión Argentina, con la dirección de Juan Manuel Fangio y en ese momento promisorio gran preparador Oreste Berta.
La gran aventura se concretó con la participación de los pilotos Luis Rubén Di Palma, Oscar Espinosa Fangio y Carmelo Galbato en la coupé número 1; Gastón Perkins, Jorge Cupeiro y Eduardo Rodriguez Canedo, en la número 2, y Eduardo Copello, «Larry» y Oscar Mauricio Franco en la número 3.
También integró el grupo de pilotos en carácter de suplente Néstor Jesús García Veiga, quien reemplazó a Juan Manuel Bordeu, que se había accidentado en una carrera de Turismo Carretera en el circuito de Los Cóndores, Córdoba.
La competencia, de larga duración, se desarrolló sobre el entonces circuito de 28 kilómetros de extensión, donde se dibujaban más de 200 curvas, teniendo entre los modelos y marcas contrincantes a Porsche 911, BMW 2002, Triumph TR5, Volvo 142S, Lancia Fulvia, Mercedes Benz 220, entre otras.
En una breve síntesis se puede mencionar que en las primeras 24 horas el Torino tripulado por Copello-«Larry»-Franco lideró las posiciones, seguido por la tripulación Di Palma-Fangio-Galbato; superadas las primeras 42 horas, siempre con el Torino número 3 en punta, se quedó el número 1 tras sufrir problemas en el cárter.
Con tan sólo un auto, el blanco número 3, la delegación argentina siguió trabajando bajo un intenso frío y por momentos lluvia.
Con el conocimiento y la astucia de Fangio, Berta y otros colaboradores, se lograron salvar los problemas que comenzaron a surgir, por lo que retrocedió al quinto lugar.
El caño de escape jugó una mala pasada, pero la pericia, las ganas, el entusiasmo y la fuerza de voluntad se unieron y finalmente se llegó al final ansiado ocupando el cuarto lugar en el clasificador.
La actuación deportiva trascendió su ámbito y todo el país siguió las alternativas de la competencia a través de los diarios y por una transmisión radial en la que participaron relatores y comentaristas de distintas organizaciones que se unieron para compartir la aventura.
Jorge Cupeiro, una de las figuras del grupo, recordó que «aquellos días fueron inolvidables. Demostramos al mundo que cuando los argentinos nos juntamos podemos salir adelante. Debo reconocer que tuvimos un gran guía que se llamó Juan Manuel Fangio».
Néstor Jesús García Veiga, el «Nene», como se lo reconocía en el automovilismo argentino en su momento de esplendor, cuando se mostraba como una de las grandes figuras del Sport Prototipo, expresó su satisfacción por haber participado del emprendimiento.
«Trabajé a la par que cualquiera. Realmente formamos un grupo bárbaro. De no ser por la penalización por el ruido del caño de escape, el Torino era el ganador. Pero para todos fue un triunfo».
Oscar Mauricio Franco y Oscar «Cacho» Fangio, estuvieron junto con Télam observando una de las unidades que se encontraron en una estancia de la provincia de Buenos Aires y que fue exhibida en la vereda del Automóvil Club Argentino.
Ambos se mostraron satisfechos por volver a ver una de las maravillas mecánicas que llegó a sorprender a todo el mundo 40 años atrás.
Una caravana con vehículos de la marca que recorrerió las principales avenidas de Buenos Aires, contando con la anunciada presencia de Jorge Cupeiro, Oscar Mauricio Franco y «Cacho» Fangio, orgulloso hijo del inolvidable «campeonísimo» de Balcarce. (Télam).-