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Los 30.000 dólares mejor pagados

Después de recibir el impacto en la cabeza de un resorte de 800 gramos a 190 km/h, Felipe Massa sigue con vida gracias al casco fabricado por la empresa alemana Schuberth.

El automovilismo es una actividad sumamente peligrosa y si bien todas las categorías del mundo trabajan incansablemente para extremar la seguridad de los pilotos, jamás se podrá eliminar el riesgo completamente. Los dos últimos fines de semana son un claro ejemplo de ello.

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El domingo 19 el novel Henry Surtees, hijo del campeón de F.1 John, perdió la vida cuando un neumático le golpeó la cabeza durante una carrera de la Fórmula 2 en Brands Hatch.

Seis días más tarde, casi le pasa lo mismo al brasileño Felipe Massa durante la clasificación de GP de Hungría. Aunque en su caso, salvó su vida de milagro pese a que un resorte de 800 gramos desprendido del Brawn de Rubens Barrichello también le pegó en la cabeza.

El golpe fue tan grande que el piloto de Ferrari perdió el conocimiento, aunque atinó a frenar disminuyendo el choque contra las barreras de contención de la cuarta curva del trazado húngaro. Según la telemetría del equipo italiano, al momento del incidente Massa circulaba a 190 km/h. Semejante velocidad hizo que el impacto contra el resorte dañara seriamente su casco, que de todas formas cumplió con su función ya que Felipe sigue con vida.

Según el informe preliminar de la Comisión de Seguridad de la Federación Internacional de Automovilismo, el casco “jugó un papel significativo en la limitación de las heridas sufridas”.

Este casco fue construido por Schuberth, una empresa alemana dedicada a la fabricación de elementos militares. El modelo utilizado por Massa es el RF 1.7, que lleva la homologación 8860 de la FIA. Según explica la entidad, dicho elemento fue desarrollado durante ocho años.

Pese a que es relativamente liviano -pesa 1,4 kilos- es sumamente fuerte gracias a que tiene tres compuestos principales: fibra de carbono (17 capas que aseguran la resistencia necesaria), aramida (un material ignífugo) y polietileno, el cual lo hace impenetrable.

Semejante pieza de seguridad tiene su costo: 30.000 dólares, que resultan poco cuando se tiene un accidente como el de Massa y se puede vivir para contarlo.

Fuente: Corsa