SEMBLANZAS Por Jorge Daniel AMENA (*) VIVIR POR (y para) VIVIR Cualquier cosa puede pasar frente a una hoja vacía, cualquier pensamiento puede activarse frente al cursor del computador que titila y titila, a la espera que una palabra se inscriba en la pantalla, como diciéndote ¿Y?…Para cuando? Eso pasa a menudo cuando las musas toman el camino de la saturación informativa, y escucha a comentaristas de fútbol hablando de accidentes aéreos, a damiselas de cabaret opinando de política, o bien viéndole el culo a Berlusconi, mientras el mundo estalla en pedazos. Y como Ud. en su casa, uno se pregunta: ¿Si esto es la realidad, como se describe? ¿Qué palabra explica lo que uno siente, (y espera) que sea entendida por quien lee?. Sí. Escribir es una forma de comunicarse y uno tiene tantas cosas en la cabeza, que al final lo único que le queda intacto es que juega la Selección Nacional. Porque de escuchar monólogos apocalípticos (que no afectan bronceado ni coloración de pelambre) uno está hasta el moño. Y de tipos millonarios en campaña que te dicen que son iguales a vos, (a vos, que te cuesta un ataque de hígado pagar el gas) tiene el termostato al límite. Y para colmo, el 53 por ciento de la gente no tiene idea de qué se vota, ni para qué, y -más aún- si es que se vota y si es obligatorio. Nada más perjudicial para el sistema que las elecciones se conviertan en un formulismo. Pero como no va a ser de esa manera, si es precisamente a lo que apuntan las campañas! Ud. quiere seguridad, pues la tendrá. Y también escuelas que funcionen, y hospitales, y hasta una entrada libre al cabaret, y le juro que Gimnasia y Esgrima de La Plata se salva del descenso… si me vota. Y qué pasó hasta hoy? O, que pasará hasta el 28 de junio? Que en definitiva la gente hace su vida, como puede (o como la dejan) en último análisis vive de la reunión con amigos y sus afectos, (y los que viven en solitario sabrán por qué lo hacen), pero resulta dañoso escuchar y ver la retahíla de improperios y sospechas fantasmales, con las que cada día el ciudadano “normal” se desayuna. Circunstancias mandadas al aire por opinadores que harían sonrojar al mismísimo Göebbels, o algunos a la izquierda de Mao. Se ha perdido el criterio y la ecuanimidad, no la República, como vociferan. Que si algo faltaba en el tablero, la farándula ha “clonado”a los candidatos y son actores los que hacen la fantochada, acompañado a veces por los reales protagonistas. Kafkiano. Que en realidad vivir por y para vivir, no es una mala idea, salirse del marasmo, si es que uno puede y pensar. El terror de la mala política. Piense, analice, siéntase Ud. porque es la vida que le toca en suerte vivir, para bien o para mal. Si el sistema funciona nadie gana ni pierde, ni se estrellarán meteoritos sobre la Argentina, no habrá un “día después” ni el calentamiento global le destruirá la planta que tiene al costado del televisor, ni Armagedón sucederá a ese domingo, ni al próximo. El costo de no aprender a vivir por la vida misma, es anticiparse a morir por nada ni por nadie. Es posible mandar sin ser mandados. Al lado de esta computadora del lado derecho, abierto y manoseado hay un libro; “ Un largo Camino a la libertad” hay un párrafo resaltado (y rescatado); unas de las primeras declaraciones de Nelson Mandela, luego de estar más de treinta años privado de su libertad en la Isla de Robben, dijo “ Un hombre , un voto”. Y fue el fin del apartheid, y la segregación racial. Finalmente, la existencia del compromiso y de la real idea de libertad digna, se impone a los deformadores de la realidad. Finalmente, no participe de una elección vívala, y después me cuenta . Y le juro que la semana que viene le cuento de un partido barrio contra barrio. Sí, ése que Ud. jugó y perdió, debiendo ganarlo. (*) Escritor- Abogado Constitucionalista – ex Legislador provincial y Convencional Constituyente provincial, colaborador permanente de la ONU para Asuntos de Africa. (Se autoriza la reproducción, citando la fuente. Rogamos informar acerca de su publicación.) Reflexiones a info@radiofueguina.com
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Semblanzas (VII): VIVIR POR (y para) VIVIR
La vida, es una película que nos muestra juntos desde Mao hasta una alegre cabaretera. Con las elecciones en medio de todo. Análisis inteligente del Dr. Jorge Amena. Exclusivo para La 97.