Mónaco se adelantó dos sets y dispuso de punto de partido en la tercera manga, pero al final cayó por 6-7 (3-7), 6-7 (7-9), 7-6 (7- 5), 6-4 y 8-6. < ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
El argentino se quejó del comportamiento del español, que pidió el cuidado médico por un problema en la muñeca del que Mónaco duda.
«Para mí, no tenía nada. Lo tuve que saludar al final del partido porque tenía que hacerlo, pero no se lo merecía», dijo indignado el argentino, que criticó las protestas continuas a los jueces de silla y líneas del español.
«Poner demasiada presión no es leal, no es justo», aludiendo a las ventajas «extradeportivas», dijo el argentino, quien además tildó el comportamiento del español de «desilusionante».
«Tengo bronca un poco por todo, el que perdí fui yo», admitió Mónaco, que lamentó haber desaprovechado su oportunidad tras diez días entrenando sobre césped.
«Hay pocos que ganando se marchen de la cancha silbados», dijo en referencia a su rival de hoy. «Es importante ganar, pero también ser buena gente, tener respeto por el otro, por el torneo, por la gente. Le enseñaron a jugar al tenis muy bien pero en modales se olvidaron de todas las materias».
Mónaco denunció que cuando Almagro conectó un gran golpe en el segundo set, le dijo «ahora no te duele» en tono de broma, a lo que Almagro replicó: «Si quieres, te enseño a jugar».
Pero el español lo niega y asegura que lo que le dijo es que si quería, le enseñaba la mano dolorida, de la que fue operado el año pasado y que tiene inflamada.
«No soy nadie para enseñar a jugar al tenis. Somos amigos, no le voy a faltar al respeto. Además, me estaba pegando una soberana paliza con dos sets abajo. No venía a cuento que le dijera eso», señaló.
«No tengo nada que esconder, os enseño la mano, la inflamación. Me operé el año pasado. Tengo las pruebas, son reales. Lo que pasa es que no se esperaba que remontara dos sets abajo en hierba», replicó Almagro, que en segunda ronda jugará contra el eslovaco Karol Beck.
«No es nadie para recriminarme mi falta de honestidad», criticó. «La gente me ha silbado, lo acepto y se acabó», dijo sobre el final del partido en la cancha 12.
«No hago alusión a eso, me parece tan absurdo», concluyó Almagro, que consideró que las críticas de Mónaco fueron propias del «calor» del momento. «Es un compañero. Luego jugaremos todos juntos a la Playstation, espero», dijo ya con una sonrisa quitando gravedad a la polémica.
Fuente: DPA