La gente en la ciudad de Quito está viviendo con mucha intensidad y alegría el partido de mañana ante el equipo de Diego Maradona, pese a que están siendo arengados de manera agresiva por un sector de la prensa, algo, que de todos modos, no modificó el buen trato hacia los argentinos. < ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Pese a la gran expectativa que se vive en Quito, mañana el estadio Olímpico Atahualpa no estará lleno, porque el valor de las entradas es inaccesible para la mayoría de los aficionados.
El tema es que la Federación Ecuatoriana de Fútbol decidió que se vendan las entradas por un paquete, que incluye el partido ante Argentina y el próximo que tendrán como local, que será clave, contra Uruguay. Las entradas generales están volando en las boleterías del estadio Atahualpa y tiene un valor para los dos partidos de 27 dólares.
Pero hay largas colas y prácticamente están agotadas, las mismas se pueden conseguir en la reventa, en la puerta misma del estadio, a 30 dólares, pero sólo para el choque ante el equipo de Diego Maradona.
«Y, de algo hay que vivir. Las entradas populares se van a vender todas, pero los palcos y las demás galerías, que van de 80 a 200 dólares, van a quedar un montón», le dijo un revendedor a Télam.
Más allá de esta cuestión, todo el pueblo ecuatoriano, al menos en la ciudad de Quito, se vistió con los colores de su país y sueñan con vencer a Argentina para acercarse al mundial de Sudáfrica 2010.
El trato de los ecuatorianos para con los argentinos presentes en la capital del país, en su mayoría enviados especiales de los medios nacionales, es más que buena y se mantiene, pese a que desde algunos sectores de prensa local se arenga al mal trato.
El diario sensacionalista Extra, que ayer en su tapa había sido muy duro con los peruanos, marcándolos como «gallinas», esta vez le faltó el respeto a Maradona. Utilizando una foto del entrenador de Ecuador, Sixto Vizuete, el diario pone que el técnico canta: «respira Diego, no aspires». Luego, debajo de este titular, destacan: «Después de la gallina -por Perú-, vamos a variar el menú. Mañana comemos bife de chorizo».
El resto de los medios ecuatorianos jugó con el temor de los argentinos por la altura, como buscando que ese fantasma diga presente, algo que es inevitable, porque correr y hacer esfuerzos a 2.800 metros sobre el nivel del mar, para alguien que llega del llano, es muy difícil de tolerar.
Carlos Juvenal, enviado especial Telam