Los norteamericanos, que habían dado ya la sorpresa al derrotar a España en semifinales (2-0), estuvieron cerca de escribir la página más gloriosa de su historia, ya que acabaron el primer tiempo con un marcador favorable de 2-0, gracias a los goles de Clint Dempsey (10) y Landon Donovan (27).< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Pero Brasil le dio vuelta al partido gracias a un gran Luis Fabiano, que acortó distancias al comenzar el segundo tiempo (46), y anotar después el empate (74), lo que le permitió hacerse con el premio de máximo anotador del torneo, con cuatro dianas, antes de que Lucio marcara el de la victoria (84).
El equipo norteamericano aplicó el mismo método que tan bien le había salido ante España en semifinales, cuando ganó por 2-0, con una gran presión en todo el campo y rápidos contragolpes. Esa fórmula le dio resultado en el primer tiempo, pero en el segundo apareció la magia brasileña.