Franzoia jugó un partidazo y fue la figura del encuentro y principal artífice de la jugada del gol de Iván Moreno, que se sacó la mufa por errar el penal en el primer tiempo.Sin dudas que la clave de Central estuvo en los pies del ex Boca y Huracán. De hecho, cuando se encendió en el complemento generó el tan ansiado gol de Central. A los 35 minutos, en un de los ataques que generó el elenco de Arroyito durante toda la noche, Franzoia encargó metió el pase en cortada para Zelaya, y éste le tocó sutilmente de taquito para el ingreso por la izquierda de Moreno, que definió a un palo.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Además, el medio estuvo más compensado que en otras oportunidades. Méndez demostró sabiduría a la hora de tener la pelota en los pies, Escobar estuvo mejor ubicado y aportó mucho sacrificio a la hora de quitar y dejó de ser el que corría para todos lados sin rumbo definido. Además, Moreno colaboró mucho en ataque, ayudando a Franzoia y a Zelaya.
Pero Central es un equipo nacido para sufrir y así fue en la mayor parte del segundo tiempo. Porque hasta el gol de Iván Moreno, que no hizo más que sacarse la mufa luego del penal que le atajó Islas a los 7 minutos de la primera parte, Tigre acechó a la visita una y otra vez e incluso estuvo a punto de ponerse en ventaja tras incesantes centros para Lázzaro.
En definitiva fue la locura y desahogo de todo el equipo, banco de suplentes e hinchas que acompañaron, coparon y alentaron al equipo en Victoria. Fue sufrir -más de la cuenta- para gozar luego de tantas chances malogradas en el primer tiempo. Hacía más de 41 años que Central no le podía ganar a Tigre en Victoria.
Ahora, Central debe esperar que River supere al Tomba. Así se salvará de jugar la promoción y su meta trazada desde que arrancó el campeonato será cumplida. Pero si los mendocinos ganan mandan automáticamente a los de Arroyito a la promo. Aunque si empatan, habrá un partido no apto para cardíacos en la última fecha que los tendrá enfrentados en el Gigante.
Fuente: La Capital