Si Godoy Cruz anoche no se salvó definitivamente del descenso directo fue por culpa de las manos salvadoras de Daniel Islas, por la falta de efectividad de sus atacantes, porque la fortuna no estuvo de su lado, por la cabeza goleadora de Néstor Ayala y por la frialdad del goleador del torneo, Carlos Luna, con 9 gritos.
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Hizo poco y nada Tigre; sin embargo, se llevó mucho de esta ciudad: tres puntos y un paso fundamental para quedarse con uno de los boletos para la Copa Sudamericana.
El local volvió a padecer de un mal que lo aqueja en su estadía en la A: no mete la pelota en el arco. Ayer generó 6 situaciones clarísimas; pero, pese a eso, no pudo modificar el 0. Un remate de Caruso fue contenido por Islas. Un disparo cruzado de Formica se fue por muy poco; Figueroa tuvo dos: una se fue apenas desviada y la otra, una volea de derecha, terminó en el córner tras una volada tremenda de Islas. Y Borghello desperdició un par de manera increíble: una se perdió a centímetros del palo y la otra dio en el palo…
Salvo ese tiro libre largo de Rosano que terminó en la cabeza de Ayala, Tigre no pisó el área rival en la primera parte. Bah, sí lo hizo: a los 45, Pablo Jerez entró en el área y fue derribado claramente por Forminca. Penal. Pero para el juez Cristian Faraoni no fue nada.
El complemento tuvo la misma tónica: Godoy Cruz avanzando y Tigre agazapado. Tampoco se alteró la invulnerabilidad de Islas, quien ahogó otro par de gritos. El palo también volvió a estar de su lado (cabezazo de Aguirre). Cocca intentó con varios cambios ofrensivos pero nada cambió. Encima, en la última, el Chino Luna eludió a Ibáñez y puso el 2 a 0 que lo deja a Tigre más cerca de la Copa.