El delantero de Racing Pablo Lugüercio valoró la victoria del sábado, en el clásico ante River, y anticipó que en el partido del próximo fin de semana, ante Rosario Central, por la novena fecha del Clausura, el equipo debe jugar con inteligencia, sin perder la cabeza, porque es un choque clave en la pelea por escapar de la Promoción.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
“Con River, buscamos el partido, se cambió el esquema para ser más ofensivos y eso dio resultados, porque hicimos un gran primer tiempo. Pero el domingo que viene, frente a Central, la historia será distinta y hay que jugar con mucha inteligencia” sentenció Lugüercio.
El delantero habló con la prensa, luego de la práctica matutina de Racing en Ezeiza, y no dudó en señalar que para encuentro frente a Rosario Central, el equipo podría volver a una estructura de un clásico 4-4-2, para no darle ventajas al rival.
“Tal vez, habría que pensar el partido como el que jugamos ante Estudiantes, en La Plata. Siendo sólidos en defensa y viendo la chance de aprovechar los espacios para hacer daño de contraataque”, dijo el goleador del último partido ante River.
“Salir a cambiar ataque por ataque con Central nos puede jugar en contra. Lo importante es aguantar los primeros veinte minutos, bien parados, y eso puede generar nervios en el rival, que va a tener otras obligaciones, por ser local”, agregó.
El ídolo del público de Racing admitió que el encuentro del domingo ante Central, que al final se jugará a las 17.10, es una verdadera final anticipada, porque los dos están peleando por escapar a la zona de promoción, con el mismo puntaje en las últimas tres temporadas.
“Será un partido muy importante, en donde nos vamos a enfrentar a un equipo que viene en alza, que va a jugar ante todo su público y seguramente querrá hacer un buen papel y obtener una diferencia, al jugar de local” explicó.
Al delantero no le preocuparon las críticas que se escucharon por la actitud de Racing en la última parte del clásico, pues al quedarse con un hombre menos, aguantó, como pudo, la ventaja que había conseguido con el gol de Lugüercio en el primer tiempo.
“Se festejó tanto porque era importante volver a ganar de local ante un rival de jerarquía. Hacía rato que no se le ganaba un partido así. Por suerte, pudimos quedarnos con los tres puntos que para nosotros son muy valiosos”, afirmó.
Sobre el nivel del equipo el delantero comentó: “jugamos bien, marcamos muy bien. Después pudimos generar situaciones claras que no convertimos. En el segundo tiempo, por virtud de River, nos fueron acorralando en nuestro arco y se nos hizo difícil salir”.
Lugüercio no pudo disimular su satisfacción por volver al gol: “fue una alegría doble, por haber marcado un gol y por el triunfo, y también por devolverle un poco a la gente el cariño que me dan en cada partido. Es increíble cómo me trata la hinchada de Racing”.
En el clásico con River, Lugüercio festejó su gol yendo al banco de suplentes y abrazándose con Sebastián Grazzini, el último refuerzo del equipo, que todavía no pudo debutar con la camiseta de Racing.
“Grazzini es medio brujo y me había dicho que me tenía mucha fe para este partido. La otra vez le dijo a Caballero, que iba a ser decisivo, e hizo un gol. Ahora me lo dijo a mí, y por eso lo fui a abrazar”, contó.
Con el ánimo por las nubes, por la victoria frente a River, el plantel que orienta Ricardo Caruso Lombardi retornó esta mañana a los entrenamientos, en el predio del Sindicato de Empleados de Comercio, en Ezeiza.
El entrenador dividió a los jugadores en dos grupos, que realizaron diferentes tareas. Por un lado, quienes fueron titulares ante River hicieron un trote liviano, sin demasiada exigencia, alrededor del campo de juego.
Mientras tanto, el resto de los futbolistas participaron de un ejercicio de fútbol en espacio reducido en una cancha aledaña, especialmente para no perder ritmo, porque el fin de semana no se jugó el encuentro de reserva frente a River.
Franco Zuculini está recuperado de una molestia muscular y Pablo Lugüercio, con una pequeña distensión en el isquiotibial derecho, también participó de las tareas físicas con el resto de sus compañeros.
En tanto, Pablo Migliore realizó ejercicios de kinesiología, debido a que arrastra un traumatismo en el muslo izquierdo, sufrido en el clásico. Y Braian Lluy no se entrenó pues se encontraba con un estado febril.
Para el partido del domingo, ante Central, podrá reaparecer Franco Sosa, que cumplió una fecha de suspensión, por cinco amarillas, y dejó atrás una distensión muscular, y Rubén Ramírez reemplazaría a Pablo Caballero, que fue expulsado en el clásico frente a River.
El plantel de Racing volverá a entrenarse mañana, desde las 10, en Ezeiza, aunque las prácticas de fútbol se realizarán entre miércoles y jueves, en Avellaneda. Y allí se definirá la alineación para jugar frente a Rosario Central.