Después de una primera experiencia en América del sur, la riqueza de sus tierras, la intensidad del desafío aceptado por los competidores y el entusiasmo del público convencieron a la vez a las autoridades de ambos países y a los responsables del rally para renovar esta aventura.
En el 2010, Argentina y Chile festejarán en forma conjunta el bicentenario de su independencia: El Dakar tendrá el honor de dar «el puntapié inicial» a las celebraciones por este importante evento.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Los caminos que se descubrieron en Argentina y en Chile, en la edición 2009 representan para los equipos del rally, una invitación para seguir explorando. En términos deportivos, el potencial de estos territorios ofrece perspectivas apasionantes: al aventurarse en nuevas regiones, el Dakar 2010 propondrá un desafío intenso y renovado.
La experiencia de una primera edición en América del sur dio a conocer algunas limitaciones del terreno, pero se ha previsto seguir trabajando para asegurar la seguridad y la equidad entre los competidores. Con más navegación fuera de pista, dunas para cruzar y kilometraje repartido en forma equitativa en ambos países, esta «cosecha 2010» va a seducir a los amateurs de dificultades.
Para el director del Rally Dakar, “es un honor abrir la fiesta del Bicentenario”
Etienne Lavigne lo dijo tras la oficialización de que la competencia volverá a disputarse en Argentina y Chile en 2010. «Las lágrimas de los pilotos en la llegada demostraron que el de 2009 fue un verdadero Dakar, por lo duro y por difícil», evaluó.
El francés Etienne Lavigne, director del Dakar, aseguró hoy que «es un honor» que la prueba vuelva a correrse en la Argentina, «sobre todo en una fecha histórica como el 2010», y calificó como un «éxito» a la edición 2009 del Rally, disputada en enero pasado en nuestro país y en Chile.
«La cantidad de público fue algo histórico para el Dakar, nos gustó a todos el apoyo que recibimos y la bienvenida que nos dio la gente», subrayó Lavigne, al asistir al anuncio formal de la vuelta del Dakar a Argentina y Chile, en la residencia presidencial de Olivos, junto al jefe de Gabinete, Sergio Massa, y al secretario de Turismo, Enrique Meyer.
Desde La Rural, donde se hizo la largada simbólica, hasta el Obelisco, el 2 de enero pasado se congregaron unas 500.000 personas en las calles de Buenos Aires, en una primera primera explosión de entusiasmo popular que desató la competencia.
El francés no dejó de remarcar la «sorpresa» que causó entre los organizadores de la Amaury Sport Organisation (ASO) por semejante recibimiento del público y «por su conciencia en respetar las reglas».
Frente a la crisis económica mundial, que ya se cobró la participación de Subaru a fines de 2008 y la del múltiple campeón Mitsubish para 2010, mientras se espera la decisión de Volkswagen -«pensamos que volverá», confió Lavigne-, la organización anunció que para el año próximo se mantendrá el derecho de inscripción y las tarifas, «en estos tiempos díficíles».
Lavigne también se mostró más que satisfecho por las etapas elegidas en la primera edición en Sudamérica, por la dureza de los caminos y porque «de eso se trata el Dakar», aunque adelantó que habrá cambios y uno de ellos será ir desde La Pampa hacia el Norte, esta vez obviando la Patagonia, «en busca de más arena, más dunas y partes rápidas que permitan el sobrepaso».
En el caso de Chile, «en el norte de Atacama hay mucho que descubrir, los terrenos son más aptos para el Dakar, hay partes más interesantes para el sobrepaso», explicó.
«Las lágrimas de los pilotos en la llegada demostraron que el de 2009 fue un verdadero Dakar, por lo duro y por difícil», evaluó, pero también adelantó que la ASO, organizadora de la prueba, tendrá que trabajar en algunos aspectos de cara al 2010.
Lavigne aceptó que el factor climático es uno de los temas a tener en cuenta y también la tecnología que se usa para ello.
«Las diferencias de temperatura», aspecto que motivó las críticas del español Carlos Sainz antes de llegar al país para la competencia, y algunas circunstancias como la niebla, que hasta motivó la suspensión de la etapa, Mendoza-Valparaiso, son «cosas que nos enseñaron que tenemos que trabajar más con la técnología», le dijo Lavigne a Télam.
El francés se refirió a la muerte del motocilista Pascal Terry, quien sufrió un paro carídiaco durante la etapa que unía Santa Rosa con Jacobacci, un episodio que despertó críticas y controversia porque la señal de alerta que había enviado el competidor desde el «iritrack» de su Yamaha a la central de comunicaciones de París tardó demasiado en ser atendida y su cuerpo apareció dos días después a 500 metros de la ruta de carrera.
Lavigne dijo que «la seguridad es un tema central y de preocupación permanente para el Dakar», afirmó que el episodio se sigue investigando y recalcó que el Rally «es la prueba más segura del mundo por los dispositivos con los que contamos».
Fuente: Prensa ASO – Telam