El español Rafael Nadal, número uno del mundo, ratificó hoy su paternidad sobre el suizo Roger Federer, segundo del ranking, al derrotarlo por 7-5, 3-6, 7-6 (7-3), 3-6 y 6-2 en la final del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada. < ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Nadal impidió de esta manera que Federer igualara el mítico récord de 14 títulos del Grand Slam de Pete Sampras y al mismo tiempo sumar su sexto torneo grande ya que ganó cuatro Roland Garros y una vez Wimbledon.
El español y el suizo lucharon durante cuatro horas y 23 minutos sobre la cancha del Rod Laver Arena y entregaron un partido, que al igual que la final que disputaron el año pasado en Wimbledon, quedará registrado como uno de los mejores de toda la historia.
Nadal consiguió hoy su primer título en Australia, en la primera final que disputaba y se convirtió en el primer español en ganar un Grand Slam sobre una superficie dura.
El español venció a Federer en las últimas cinco finales que jugaron y lo supera por 13 a 6 en los enfrentamientos personales.
Además, el número uno del mundo demostró hoy todo su talento y su coraje para convertirse en el primer tenista desde el estadounidense Andre Aggasi que gana torneos de Grand Slam en tres superficies diferentes.
El partido empezó de manera extraña, con los dos tenistas quebrándose el saque, algo no habitual entre la elite de los varones, en dos games eternos.
En un encuentro muy parejo, Federer era más exacto y cuando consiguió un nuevo quiebre, en el sexto juego, parecía encaminarse a la victoria.
Pero Nadal, que en la semifinal había jugado más de cinco horas frente a su compatriota Fernando Verdasco, es un jugador que nunca se rinde y tampoco lo hizo ésta vez.
El español ganó los dos siguientes juegos, recuperó el quiebre y el volvió a ganar el saque a Federer en el undécimo para llevarse el primer set en poco menos de una hora.
Federer, quien no le gana a Nadal desde el Masters de Shanghai de 2007, arrancó mal en el segundo parcial ya que rapidamente cedió su saque pero lo recuperó en el sexto juego y ese envión ganador lo llevó a quedarse con el segundo set.
Nadal se mostraba agotado por su gran trajín en la semifinal -incluso el jugó el viernes contra Verdasco y Federer le había ganado el jueves a Andy Roddick- y en el tercer parcial pidió la asistencia del médico.
Sin embargo, el español logró forzar un tie break y lo terminó ganando, toda una señal para Federer.
El suizo se mostró más preciso en el inicio del cuarto set y rápidamente se colocó 2-0 arriba, y pese a que Nadal luchó con el corazón, Federer consiguió llevar la final a un quinto set.
En el quinto set, Nadal parecía renovado físicamente y un par de errores no forzados del suizo le permitieron al español quebrarle el saque en el cuarto juego.
Nadal se mostraba muy seguro con su saque y el suizo cometía demasiados errores, especialmente con su revés. Ese cóctel hizo que el español le volviera quebrar en el octavo juego para quedarse con el título por 6-2.
El español, semifinalista de Australia en 2008, había llegado a la final de la actual edición tras vencer sucesivamente al belga Christophe Rochus, al croata Rokko Karanusic, al alemán Tommy Haas, al chileno Fernando González, al francés Gilles Simon y a su compatriota Fernando Verdasco.
Ante Verdasco el líder del ranking mundial cedió sus primeros sets en el torneo, en una semifinal maratónica de cinco horas y 14 minutos, el partido más largo en la historia del certamen australiano.
Nadal, quien desplazó a Federer del número uno del ranking mundial el año pasado, conquistó en su carrera 32 títulos, seis de ellos de Grand Slam (cuatro veces Roland Garros, una Australia y una Wimbledon).
El español, de 22 años, lo venció las últimas cinco veces que se enfrentaron, en las finales de Montecarlo, Hamburgo, Roland Garros y Wimbledon del año pasado, y hoy en Australia para demostrar que es un digno número uno del mundo.