El campeón, Boca, mantiene el poderío del semestre pasado pero sumó al Pato Abbondanzieri y a los recuperados Martín Palermo y Rodrigo Palacio, casi refuerzos. Debutará el domingo, en Jujuy, contra Gimnasia. River, que espera la llegada de su póker de incorporaciones para levantar la puntería –y el ánimo–, recibirá el mismo día a Colón. Lanús fue el único que no tuvo altas ni bajas; aparece con el mismo poderío de siempre. Vélez, que sumó a Maxi Moralez y busca a un delantero, pinta bien y puede dar la sorpresa.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Tigre no salió campeón, pero consiguió el mejor refuerzo. Al menos, en la visión de su técnico, Diego Cagna, quien aseguró, cuando parecía que sus futbolistas iban a ser vendidos como pan caliente, que la mejor incorporación era no vender a nadie. Y el Matador logró mantener su base. Las chances de San Lorenzo en el campeonato dependen en gran parte del funcionamiento de su flamante estrella: el Papu Alejandro Gómez, ex Arsenal. Jonathan Botinelli y Jonathan Santana regresaron con experiencia europea.
Entre Huracán y San Martín suman, hasta acá, nueve caras nuevas, incluyendo jugadores de renombre como Mario Bolatti, quien llegó a jugar en la Selección de Basile (arribó al Globo), y César La Paglia (a Tucumán).
Boca casi no movió el mercado –hasta acá sólo sumó a Abbondanzieri y perdió un titular, Jesús Dátolo–, pero sólo por recuperar a los lesionados Martín Palermo y Rodrigo Palacio el campeón “se reforzó” con futbolistas millonarios. Y arranca la competencia como candidato, otra vez. River tiene una buena: no puede terminar debajo de su puesto del Apertura. Si se llegaran a confirmar los arribos de Ariel Ortega, Juan Mercier y Cristian Fabbiani, más el ya confirmado Marcelo Gallardo, los hinchas calmarán su ansiedad. El presente futbolístico de los dos ídolos pródigos es una incógnita, de la cual dependería en gran parte el año de los de Gorosito. El Ogro, por otra parte, tendría que responder a la enorme expectativa que genera su novela.
Los otros dos grandes, Racing e Independiente, están hermanados en algo: sus entrenadores se quedaron con ganas de más. Más incorporaciones, claro, que pueden llegar sobre la hora. También los aúna una buena noticia: quedaron felices con las pretemporadas. Se vienen equipos de Avellaneda que aguanten los 90 minutos. Los de Juan Manuel Llop debutan mañana con Lanús, el único que no cambió su fisonomía, y será tan duro como siempre. Independiente recibirá el domingo a Vélez. La Academia perdió a Maxi Moralez, y tendrá que aprender a vivir sin él.
El Enano recaló en el Fortín, equipo que, en silencio –sólo interrumpido por el affaire Fabbiani– se armó lindo. Trajo de México a Seba Domínguez, campeón con Newell’s, a Franco Razzotti del Sporting Cristal, y a Maxi Moralez.
Por fin: hoy cierra el libro de pases
Los clásicos culebrones en los que se transforman las transferencias terminan hoy, cuando cierre el libro de pases. La fecha límite era ayer, pero se extendió porque el gremio que nuclea a los empleados de clubes celebró ayer su día con un feriado. Para los jugadores libres, habrá una semana más de plazo.
Hoy deberían resolverse los dramas de River. A las 20, tiene que quedar definido el futuro de, por ejemplo, Cristian Fabbiani y Ariel Ortega. Y se sabrá si Boca logra repatriar a Emiliano Armenteros. Racing debería inscribir a José Vizcarra, de Central, con quien ya está todo acordado. Los rosarinos, a su vez, arreglaron con Estudiantes el regreso de Iván Moreno y Fabianesi. Hoy debería saberse si Santiago Salcedo termina yéndose de River. Vélez desistió de llevárselo.
En la AFA se esperan, como cada seis meses, inscripciones insólitas, y las infaltables cablegráficas –más insólitas aún.
Estrenan espuma contra ventajeros
El fútbol de la Primera División está de estreno: Gabriel Brazenas hará debutar hoy la espuma en aerosol que sirve para señalar en el campo el límite en el que se puede parar un jugador del bando infractor en un tiro libre. O sea, 9,15 metros. Ocurrirá en el partido que Tigre y San Lorenzo disputarán en Victoria. En rigor, ese recurso se utiliza desde hace cinco meses en el torneo de la B Nacional. La idea es agilizar el juego, evitando que los defensores se adelanten mientras el ejecutante corre hacia la pelota para patear. Se supone que la marca que la espuma deja en el piso delata a los ventajeros.
Fuente: Critica