Ahí anda Eduardo Salvio con las lágrimas a cuestas, sin importarle el qué dirán. El Toto, el único que siempre dio la cara en este equipo histórico por su nivel de subsuelo, jamás se escondió. En eso también anda Sergio Batista, quien ensaya explicaciones por uno de los fracasos más rotundos de un equipo nacional. La resignación del Checho, previa a la última derrota de un conjunto que apenas ganó un partido (agregó tres caídas y cinco empates), es indicio claro de que sus palabras y ensayos tácticos jamás generaron el efecto buscado. Y así lo explica el DT…< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
-¿Cuál fue la causa de que el Sub 20 no haya llegado al Mundial?
-Creo que se hicieron cosas mal. Algo falló. No sé si fue la parte táctica, la actitud, no sé. Creo que se hicieron algunas cosas bien, pero no se demostró en la cancha.
-¿Te sentís confundido?
-No. Prefiero no hablar de algunas cosas y ser el responsable, porque acá el técnico es el responsable. En algo nos equivocamos para que haya pasado esto. Habrá que analizar en detalle, porque fueron todos los partidos igual. Si vos decís que hubo algún partido bueno, que en otro se notó buen nivel… Pero no se logró mentalizarlos de qué nos estábamos jugando o no nos dimos cuenta. Uno por ahí sí. A veces pasa. Es muy difícil encontrar una explicación.
-¿Por lo que demostró esta generación se puede decir que hay un retroceso en los Juveniles?
-Hay que cambiar la forma de trabajar con los Juveniles en la Argentina y no sólo en la Selección, sino en todos los clubes. Eso lo voy a decir siempre y no ahora que no nos clasificamos al Mundial. Hay que pensar en otras cosas y no sólo en el resultado. Hay otras enseñanzas. Sigo manteniendo que hay cosas por cambiar, porque si no vamos retrocediendo en lo que a mí me gusta para el fútbol argentino.
-¿Y qué te gusta?
-Tenemos que dejar de privilegiar que la prioridad sea ganar los días sábados. Hay que analizar y ver otras cosas que el jugador necesita, como la enseñanza. Hoy estamos formando jugadores, primero, para vender al exterior. No estamos formando jugadores para jugar en el fútbol argentino. Es lo que pienso y no tengo miedo que me digan que soy antiguo. A mí me gusta más que piensen y que no corran tanto. Pero que quede en claro que no le echo la culpa a nadie. Acá el responsable de lo que pasó soy yo.
-¿Es justo que sólo el DT sea el responsable de un fracaso como este?
-A veces es justo y a veces no. Pero vos sos el conductor y tenés que hacerte responsable, porque sos el que manejás todo. A veces no es justo, uno puede decir que se queda afuera de la cancha y los que entran son los jugadores. A veces hay injusticias en ese aspecto.
-¿Propondrías una reunión con otros técnicos de Inferiores para tratar de cambiar?
-Hay que hacer un cambio, pero no solo de los técnicos; se tienen que juntar los dirigentes, los coordinadores. Pero más los dirigentes, porque son los que mandan. Si el dirigente obliga al técnico a ganar y nada más, pasará eso y nada más. Todos nos tenemos que juntar para debatir sobre cómo se juega en la Argentina. Que después cada uno juegue como quiera, pero hay que cambiar la mentalidad.
-¿Te sorprendió algo de este equipo?
-Me sorprendió que tuvimos errores infantiles, que tuvimos cosas que yo ni me imaginé que podían pasar. Por ejemplo, cuando teníamos la pelota eso terminaba en avances contrarios. Y eso no puede pasar en esta clase de campeonatos duros. No lo esperaba de este equipo. Porque lo había visto en los amistosos y tenía mucha actitud, con jugadores con experiencia en Primera.
-¿Nunca percibiste que esto podría pasar?
-Cada uno debe saber si le pesó la camiseta o no. Por ahí pueden tener tensión o no nos dimos cuenta de que era un Sudamericano y había que jugarlo de otra manera, no como lo jugamos nosotros.
-¿De qué forma la jugaron ustedes?
-Había que darse cuenta de que era un torneo fuerte, difícil y nosotros no lo tomamos de esa forma. Pero no creo que les haya pesado la camiseta.
-¿Qué diferencias notás entre esta camada y la de tu época de juvenil?
-El fútbol era distinto antes. Yo siempre sostengo que hoy la Selección no es prioridad para un jugador. Hoy el jugador no necesita jugar en la Selección para irse a Europa. Hoy, con tres o cuatro partidos, ya vale 10.000.000 de dólares. Eso es bueno para los clubes, pero malo para los chicos. Hay que hacer algo urgente con los chicos que se van tan jóvenes. A veces preparamos chicos para que se vayan al exterior y no para que jueguen en la Argentina. Hoy, en el exterior, hay muchos chicos que se fueron y no juegan, cuando en nuestro país podrían tener posibilidades. Todo esto no lo digo ahora. Cuando gané los Juegos Olímpicos ya peleaba contra todo esto y voy a seguir haciéndolo. Hoy en el fútbol se está corriendo demasiado y habría que pensar un poquito más.
-¿Qué les dijiste en el vestuario después de la eliminación?
-No les dije nada. Porque tuvimos muchas charlas durante este torneo. Se habló de todo, se habló bien, mal, pero ¿qué voy a hacer? Cada uno sabe. ¿Qué les voy a decir?
-¿Y antes del partido qué les dijiste?
-Que nos daban una posibilidad más y que dependía de nosotros. Que tenían que demostrar que eran argentinos. Les hablamos de todas las formas: bien, mal, fuerte, livianito. Hay veces que no entra.
-¿Te resignaste en los últimos partidos?
-Me resigné porque no le veía un cambio de mentalidad al equipo, eso me resignó un poquito. Me volvía loco con los errores que teníamos, que nunca hubiese pensado que podíamos tenerlos después de los trabajos que habíamos hecho. Sí, me resigné porque veía que el equipo tenía ganas, pero nunca podía demostrarlo. En la fase final me di cuenta. Por ejemplo, perder contra Uruguay, cuando le podríamos haber ganado, es feo y te resignás, porque siempre faltaba algo.
-¿Pensaste «qué hago ahora»?
-No, porque no iba a bajar los brazos hasta que matemáticamente tuviéramos chances. Sabiendo que hay posibilidades y siendo el conductor del equipo, no te podés bajonear.
-Elegiste a 20 entre 200 que viste. ¿Es para preocuparse que lo mejor haya sido esto?
-Fueron los mejores, pero tuvieron un mal campeonato. No quiere decir que sean malos jugadores. Me pude haber equivocado en uno, en dos, en más no. La mayoría ya tenía roce en Primera. Es como cuando armás un equipo para salir campeón y peleás el descenso. Así pasó acá.
-¿Ya hiciste autocrítica?
-Me voy a juntar con el cuerpo técnico y vamos a analizar todo. Soy siempre de la misma manera y no cambio con los planteles. Así como los traté a los jugadores de los Juegos Olímpicos, traté a estos chicos. Se les dio la confianza, la libertad, la disciplina, los entrenamientos necesarios. En los Juegos se hizo lo mismo que acá y salió todo bien. Pero acá no se nos dio una.
-Salvio dijo que fueron un equipo tierno.
-Dio esa sensación en todo el torneo, no sólo en la etapa final, y por eso mi bronca. Podés jugar bien, mal, pero no dejar esa sensación de equipo tierno, livianito, y eso es lo que no me gusta. Lo que dijo Toto está bien, porque son conscientes de que fue así. Nunca tuvimos mentalidad ganadora ni actitud, se dio desde el primer partido hasta el último. Lo que me puedo recriminar es no haber podido cambiar la mentalidad.
-¿Les faltó picardía?
-Sí. En este campeonato nos faltó todo: juego, actitud, picardía, un montón de cosas. A veces se te da y en otras no. Está claro que no fue nuestro momento.
-¿Esperabas una visita o un guiño de Maradona?
-Me llamó dos veces. Antes del partido con Venezuela, dándome fuerza y saludando a los chicos. No estuvo presente porque no pudo, porque tenía otros compromisos, pero me dio su apoyo como para tratar de levantar esto.
-¿Ahora esperás algún reto de Grondona?
-Si me tiene que retar, me retará. Cuando salen mal las cosas siempre hay que corregirlas y lo charlaremos juntos. Hay que hablar. No sé qué pasará. No creo que pase nada, pero no sé.
-¿Te referís a tu futuro?
-Es que nosotros vamos a estar bastante tiempo, casi dos años, sin trabajar. Está bien que tenemos al Sub 18 y el Sudamericano Sub 17 en abril. Tengo contrato hasta noviembre de esta año. Uno quiere revancha siempre y ojalá pudiera tirar los días para atrás para volver a empezar. Porque sé que lo que yo vi en Venezuela no es la realidad de este equipo
-¿Tenés alguna duda sobre tu futuro?
-No, estoy tranquilo porque sé cómo soy yo. Esto lo tomo con tristeza, pero no me siento el peor. Acepto las reglas del juego. Siempre lo hice, sin desesperarme. Pero no creo que pase nada conmigo, más allá de que uno esté hablando sobre supuestos.
Fuente: Ole