Nalbandian, once del ranking mundial, estuvo a la altura de las circunstancias y con un tenis sólido y parejo, consiguió aportarle tranquilidad al equipo argentino al asegurar el primer punto de la serie pactada al mejor de cinco.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
El argentino, tal cual es su costumbre, salió muy enfocado desde el inicio del cotejo y plantado sobre la línea de base, dominó los puntos con su golpe de derecha, con el cual comenzó a hacer correr a Ferrer para que éste no pueda jugar con comodidad.
El español, doce del ranking mundial, perdió mucha confianza en los últimos meses y hoy se notó sobre la carpeta azul del Polideportivo Islas Malvinas, donde se lo vio falto de timing y sin la seguridad habitual de un tenista que se ubica entre los quince mejores del mundo.
Y eso ante Nalbandian es demasiada ventaja: el cordobés, muy preciso con sus tiros profundos, quebró en el tercer game y lo volvió a hacer en el séptimo para levantar a las casi 11.000 personas que convirtieron al estadio en una verdadera caldera, aunque comportándose con respeto hacia el tenista español.
Tras desperdiciar un set point y ceder su saque, Nalbandian, quien buscó constantemente abrir hacia la derecha a Ferrer para que éste pegue corriendo, volvió a quebrar en el siguiente juego y cerró un primer set muy sólido por 6-3.
El arranque del segundo parcial conservó la misma tónica y ya en el cuarto juego, el argentino había conseguido quebrarle el saque al español para delirio del público, que agrandado por la supremacía del local, cantaba contra el gran ausente de la serie: Rafael Nadal.
“Y Rafa se cagó, y Rafa se cagó”, gritaban en las tribunas mientras que Nalbandian los arengaba con sus dos brazos.
Un pequeño bache del argentino, con dos dobles faltas consecutivas, le permitió a Ferrer quebrarle el saque y achicar la diferencia pero el argentino volvió a levantar su nivel, se atrevió a subir más la red y nuevamente estiró la ventaja.
Un nuevo quiebre en el octavo juego sentenció el set y así lo entendió el público, que bajó notablemente su aliento, como sabiendo que Ferrer jamás podría dar vuelta el encuentro.
Otro preciso quiebre, ésta vez en el sexto juego, le permitió a Nalbandian sacar la luz de ventaja necesaria para ganar el partido y llevarle tranquilidad al equipo.
Del Potro perdió y Argentina se complica
Sufrió problemas físicos y cayó ante Feliciano López por 4-6, 7-6 (2), 7-6 (4) y 6-3. Ahora, la serie entre el equipo de Mancini y España está 1-1. Mañana será el turno del dobles, en el que podrían jugar Nalbandian y Calleri.
Feliciano López respondió casi a la perfección. Por Federico Kotlar, enviado especial a Mar del Plata.
Presión. Poca tenía Juan Martín Del Potro en el segundo punto de la final de la Copa Davis ante Feliciano López. Es que David Nalbandian ya había ganado y Argentina estaba arriba en la serie. Presión. Mucha tenía el pibe de Tandil ante el zurdo español tras el Masters de Shanghai y sus problemas físicos. Fue el que más tarde arribó a Mar del Plata tras su aventura por China y el que menos tiempo de adaptación tuvo a la pista del Polideportivo Malvinas Argentinas.
Fue parejo en el inicio. El saque como arma fundamental de los dos lungos (Del Potro mide 198 centímetros y Feliciano López 187) hacía puntos cortos y un ritmo de juego vertiginoso. La volea de López complicaba a Del Potro en el inicio, sin embargo al cabo de los primeros cuatro games estaban 2-2 sin resignar el servicio.
Explotó Del Potro en el quinto. Dominó a López con claridad en el quinto, también el español ayudó con sus errores no forzados. Y el argentino quebró a su rival sin ceder un solo punto. Para colmo, el europeo dejó en la red su ataque para cerrar el juego. Luego el tandilense confirmó el quiebre con su saque y con el 4-2 comenzó a encaminar la historia en su favor.
Feliciano López comenzó a cometer cada vez más errores. Tal vez sin que Del Potro fuera muy superior en el juego, el español comenzó a sentir la fuerza del tandilense. No le costó al argentino cerrar el primer set. Apoyado en su poderoso saque y aprovechando las ventajas que ofrecía el español se llevó el primer episodio por 6-4 para poner a Argentina cada vez más cerca del sueño de obtener la Copa Davis por primera vez en su historia.
No todo fue alegría en el Polideportivo de Mar del Plata. Llegó la primera decepción, tampoco se puede pretender ganar la serie de punta a punta sin sufrir. Pero el segundo set fue para Feliciano López. Arrancó parejo y terminó parejo. Los dos hicieron valer sus saques a lo largo del set y no hubo quiebres. Tampoco abundaron las oportunidades de robarle el servicio al rival. Entonces, el set se fue al tie break. De entrada, Feliciano se metió psicológicamente en el juego. Logró los primeros cuatro puntos en forma consecutiva y después no le tembló la muñeca para cerrar el 7-6 (2) y darle esperanza a España.
El peor escenario que un pesimista podría pensar para el partido de Del Potro se concretó en el tercer set. Un juego similar al anterior, con el saque como arma principal y sin regalar nada. No hubo quiebres y nuevamente se forzó el desempate. Otra vez Feliciano López fue superior en ese terreno. En total, ganó 18 puntos de 20 con su primer servicio y hasta supo dar vuelta un 2-4 en el tie break para llevarse el set 7-6 (4) y poner arriba a España por primera vez. El dolor en los pies de Juan Martín se traducía en sus gestos de impotencia.
Todo fue cuesta arriba para Del Potro en la recta final del partido. Se lo vio desmotivado y hasta al borde de las lágrimas. Pidió atención médica, no por sus maltratadas uñas de los dedos de los pies, sino por un calambre en el aductor derecho. Feliciano López ya se había convertido en un obstáculo infranqueable para el de Tandil. El español se mantuvo firme con su estrategia, atacó siempre en la red y su saque era imparable. Cerró un 6-3 claro y puso el empate en la serie de la final de la Copa Davis. Ahora Argentina y España están 1-1, mañana un nuevo duelo en el dobles.