Para colmo, el regreso de Perú se produjo en medio de rumores de peleas internas, de diferencias entre los jugadores y con un Basile abatido por el empate sufrido en el último minuto ante los dirigidos por José Del Solar.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Nunca en la historia de las eliminatorias el seleccionado argentino estuvo cinco partidos sin ganar, algo que está incomodando a todos en la AFA.
Pero este presente del seleccionado argentino tiene problemas primero de base, que parten de un cuerpo técnico que perdió el rumbo y que parece no saber como retomarlo.
Lo mejor de este ciclo de Alfio Basile se produjo en la Copa América de Venezuela del año pasado, donde el entrenador mantuvo siempre el mismo equipo, con el esquema táctico que siempre defendió, el 4-3-1-2, y sólo la infortunada derrota ante Brasil por 3 a 0 tapó todo lo bueno que se había realizado antes.
Pese a esto, Basile cambió. Y los cambios del técnico perjudicaron claramente al equipo, porque esas modificaciones del entrenador, tanto de nombres como las tácticas, sólo aportaron confusión.
Sin dudas que será muy difícil que Argentina vuelva a mostrar una actuación como la de ayer ante Perú, con un equipo que no remató al arco nunca y que sólo generó peligro real con jugadas con pelota parada.
Más allá de que las críticas más fuertes llegan ahora, la debacle del equipo argentino comenzó el mismo día en que se consiguió la última victoria en esta eliminatoria, ante Bolivia, en noviembre del año pasado, día en que los tiros libres abrieron un partido, que pese al 3 a 0 final nunca tuvo controlado.
Luego llegó la derrota con Colombia (1-2), el empate de local ante Ecuador (1-1), el 0-0 con Brasil, en Belo Horizonte, y lo más reciente, que fueron las igualdades con Paraguay (1-1) y Perú (1-1).
En los últimos cinco partidos el seleccionado argentino marcó sólo cuatro goles, jugando ante rivales accesibles, sacando a Brasil y a este sorprendente Paraguay de Gerardo Martino.
Para colmo, Basile siempre se jacta de armar grupos ganadores, unidos y este del seleccionado argentino no termina de congeniar, sobre todo porque sus dos principales estrellas, Juan Román Riquelme y Lionel Messi, siguen manteniendo una relación fría y distante, que nunca se arregló pese a la obtención de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
A eso se le suman rumores sobre una supuesta pelea entre Gabriel Heinze y Basile, alimentada más porque los jugadores argentinos fueron a festejar el gol de Cambiasso con el defensor del Real Madrid.
Algunos versiones afirman que había malestar por la decisión de Basile de sacar a Heinze en el entretiempo del partido ante Paraguay, día en que el zaguero se hizo un gol en contra, lesionó a Roberto Abbondanzieri y terminó por cerrar una de las actuaciones más flojas que se recuerden de un jugador del seleccionado argentino.
De todos modos, allegados al plantel argentino le aseguraron a Télam que no hubo corto circuitos entre los futbolistas y Basile, más allá de que los que no juegan, pese a estar entre los convocados, nunca están contentos.
En octubre se jugarán dos partidos más de la eliminatoria sudamericana, ante Uruguay, en la cancha de River, y frente a Chile, en Santiago, que marcarán el futuro del seleccionado argentino y probablemente también el de su entrenador.
Por Carlos Juvenal para Telam