«Es imposible. No existe ninguna posibilidad de que Ginóbili llegue a jugar algunos minutos en los amistosos que se disputarán en Argentina», le aseguró Carlos Prunes, el representante de Manu, a Críticadigital.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
La figura del seleccionado argentino de básquet se recupera de una lesión en el tobillo izquierdo. Ya nadie duda de su presencia en Beijing: la prioridad excluyente es encarar la recta final del tratamiento con la mayor prudencia y sin quemar etapas.
«Una vez finalizada la etapa de reposo comenzó con los trabajos en pileta y bicicleta, pero sin demasiado esfuerzo. Recién ahora el tobillo empieza a ser exigido en los entrenamientos de pista. Con el correr de los días veremos cómo evoluciona», explicó Prunes, quien también es el abogado de la estrella de San Antonio Spurs.
Anoche, el conjunto que dirige Sergio Hernández venció a Polonia (88-86) en el primer amistoso de preparación. Manu estuvo alentando desde el banco y confesó que tenía «un embole atroz» por no poder jugar.
El sábado y el domingo, el seleccionado se presentará en el Luna Park para afrontar el Top 4 (junto a México, Uruguay y Polonia) y el jueves cerrará la gira en el país frente al conjunto azteca, en Mar del Plata. Se especulaba con que Ginóbili pudiera jugar unos minutos para despedirse del público argentino, pero Prunes negó contundentemente esa posibilidad.
«No se puede hablar de tiempos, los tiempos son propios de cada uno. Hay un integrante del cuerpo médico de San Antonio Spurs junto a Manu que supervisa paso a paso la evolución de la lesión y no hay que apurarse», indicó.
El seleccionado nacional continuará su preparación en España -donde enfrentará al local y a Lituania- y seguirá en la ciudad de Nanjing, en China, con amistosos ante Irán y Serbia. El ingreso a Beijing está previsto para el 6 o 7 de agosto. Para esa fecha todos confían en que Ginóbili estará al 100 por ciento: es el ancho de espadas que tiene Argentina para defender la medalla de oro conseguida hace cuatro años en Atenas.
Fuente: Criticadigital