La prueba se disputó sobre unos caminos deslizantes, de la isla de Cerdeña, estrechos y revirados que no invitan a la confianza ante la gran cantidad de piedras existentes en las cunetas. Además, ante la falta del sistema antipinchazos en los neumáticos este año, había que tener mucho cuidado de no sufrir ningún percance de este tipo como el que le provocó a uno de los favoritos a la victoria, el finlandés Jari-Matti Latvala (Ford), abandonar en el segundo tramo el liderato que consiguió en el primero.
Pese a que las diferencias no serán definitivas y sí que puede dar aún algún vuelco la clasificación, las distancias hoy marcadas por Loeb suponen unos grandes cimientos para la que puede ser su cuadragésima victoria en el mundial. El francés cuenta con una renta de más de medio minuto sobre Sordo, su compañero en Citroen y al que el equipo exige que le guarde las espaldas para que «»Seb»» sume el máximo de puntos, por lo que en realidad no es rival.
Cuenta con cincuenta segundos sobre el noruego Petter Solberg (Subaru) y casi un minuto sobre Hirvonen. Exprimió al máximo su C4 con la intención de sacar la máxima ventaja posible habida cuenta de que mañana le tocará ser el primero en salir a pista con lo que esto supone: limpiar la pista a sus perseguidores que tendrán mejor adherencia y por tanto serán más competitivos. Fue el más rápido en tres de las seis especiales. Pese a las estrategias de equipo, hoy fue un día redondo para Citroen. Sordo es segundo en una situación no del todo cómoda, puesto que estando en disposición de atacar al liderato no debe ya que el favorito para la victoria es su compañero, y al mismo tiempo tiene que ser rápido para evitar que los de atrás le sobrepasen y puedan sumar más puntos de los necesarios en el mundial.
Se benefició de ser quinto en orden de salida y encontrarse las pistas más limpias que los de delante. Así, su C4 WRC tenía un mayor agarre. Salió fuerte, con dos segundos mejores tiempos en los dos tramos iniciales, y siempre estuvo entre los mejores. Hoy tuvo el problema de que en las dos últimas especiales le falló el intercomunicador con su copiloto, Marc Martí, lo que le suponía no oír las notas que éste le cantaba. Si el que estuviera delante no fuera su compañero seguro que empujaría más.
Hirvonen, el rival de Loeb por el título, se vio perjudicado de abrir pista, ya que, fué el primero en salir. Las distancias no tienen por qué ser decisivas pero un minuto es mucho tiempo para recuperar a un Loeb intratable en Cerdeña, pese a que aún queden dos días de competición.
Pudo haber terminado tercero pero prefirió que le adelantara Solberg, tercero, en las últimas especiales para mañana salir cuarto y así tener la pista más limpia a su paso, y poder atacar a Loeb. Latvala fue la sorpresa al principio de la jornada. Comenzó como terminó. Fue el más rápido en el primer tramo y en el último. Lástima que en el segundo, cuando era líder, sufriera un pinchazo que le hizo perder mucho tiempo y le mandó atrás. Remontó y mañana saldrá séptimo en el orden de salida por lo que podría encontrarse las pistas limpias y volver a ser muy rápido, más que la cabeza.
Solberg cuenta con opciones de terminar en el podio, pero el noruego es una incógnita. Su trayectoria está jalonada de accidentes y abandonos. En los últimos años, todo está siendo problemas para Subaru a la espera de que estrenen el nuevo Impreza. Está en disposición de hacerlo bien pero es un asiduo de los abandonos. Del resto, el mejor está siendo el italiano Gigi Galli, Ford. Ante su público se marcó el lujo de marcar el mejor tiempo en el cuarto tramo y luchará por el podio aunque esté un poco lejos. Federico Villagra luego de varios problemas esta decimotercero en la clasificación general.
Mañana se disputará la segunda jornada de competición, que estará compuesta de 410,68 kms, de los que 134,60 serán cronometrados y divididos en seis tramos. El último de ellos comenzará a las 16:33.
Fuente: As