Old Trafford, el llamado «teatro de los sueños», será el escenario de un partido que paralizará media Europa, y más después del empate sin goles registrado en Barcelona, que dejó completamente abierta la eliminatoria.
El Barcelona niveló las apuestas en aquel partido, en el que dominó, por más que el portugués Cristiano Ronaldo errara un penal a los dos minutos de partido. El equipo azulgrana no se siente inferior a su rival en estos momentos, todo un logro para un club que ha vivido casi toda la temporada en estado depresivo.
La pregunta que hoy se hace el hincha azulgrana es: ¿Se verá al enérgico Barcelona de la Liga de Campeones o al apático equipo que se hunde en la Liga española? Nadie se atreve hoy a contestarla.
Frank Rijkaard, su técnico, prepara un equipo muy ofensivo para la cita y, si se cumplen los presagios, alineará a una delantera compuesta por Thierry Henry, Leo Messi y Samuel Eto’o. El equipo está obligado a marcar en Manchester, a romper una racha de tres partidos seguidos sin anotar un gol.
El mexicano Rafa Márquez no jugará por sanción, aunque recupera a Carlos Puyol para el centro de la defensa. La gran duda es saber quién actuará en la medular, donde Xavi, Andrés Iniesta y Deco se juegan dos puestos porque la presencia de Touré Yayá se da por segura.
«Los dos equipos lo afrontamos de forma distinta. Ellos nos van a presionar más, pero nosotros también tendremos más posibilidades cuando tengamos el balón. Creo que tenemos muchas opciones y si jugamos con la intensidad del miércoles, podemos pasar», afirmó hoy el portugués Deco.
El Manchester United perdió su aura de invencibilidad en el último mes. El Chelsea lo derrotó por 2-1 en la última jornada de la «Premier League», igualando al equipo de Sir Alex Fersusson en el liderato. Y decepcionó profundamente en la ida en Barcelona, donde planteó un partido muy defensivo.
El delantero Wayne Rooney es la gran duda del equipo por un problema de cadera. Está sometiéndose a un tratamiento intensivo desde el sábado, aunque su técnico todavía confía en recuperarlo para la cita europea.
Menos dudas ofrece la participación de Ronaldo, recién elegido mejor jugador de la «Premier League». El portugués está ansioso por responder a sus críticos, a quienes aseguran que se «arruga» en los partidos más importantes. También será de la partida el argentino Carlos Tevez
El Manchester United se encomienda al apoyo de 80.000 hinchas y al valor de un estadio como el de Old Trafford, en el que el equipo de Fergusson apenas cedió tres derrotas y un empate en los 27 encuentros jugados allí en esta temporada. Y en la Liga de Campeones ha ganado sus cinco partidos como local, marcando nueve goles y encajando sólo uno.
Pero el Barcelona tiene otra estadística a su favor: sólo perdió un partido en Old Trafford, en 1984, en un encuentro de la extinta Recopa. En las otras dos ocasiones que ha jugado en Manchester, el equipo azulgrana sacó sendos empates, en encuentros de la Liga de Campeones.
Barcelona vive horas de «tensa calma». Un triunfo le permitirá seguir soñando con hacer historia. Pero una derrota abrirá definitivamente la caja de los truenos, críticas sin piedad dirigidas a todos los estamentos del club. Tras una gran temporada, el Manchester tampoco resistiría perder en su casa la oportunidad de jugar la final.
Es el partido de la temporada, un todo o nada.