Los tradicionales rivales jugaron «con los dientes apretados» como corresponde a un clásico y el fervor se extendió a las tribunas.
El equipo visitante encontró el gol a los 41 minutos del primer tiempo. Tras un pelotazo que cayó en el área del «Canalla», Raldes no pudo rechazar bien de cabeza y la pelota le llegó a Santiago Salcedo, que con un fuerte derechazo de volea la «clavó» en la valla defendida por Cristian Alvares.
Hasta ese momento, todo había sido trabado, excesivamente luchado y con apenas un par de situaciones ofensivas para cada lado.
Central se le fue encima a Newell’s ni bien comenzó el segundo período; era cuestión de «matar o morir», teniendo en cuenta lo que significa el clásico en la populosa ciudad santafesina.
Pero al mismo tiempo que el local saaaaalió en procura de la igualdad, dejó flancos que trató de aprovechar la «Lepra» por la vía del contraataque. De esa manera, a los 30 minutos, Cabrera no le dio bien a la pelota y su remate bajo se fue apenas desviado cuando la parcialidad visitante se aprestsba a gritar la segunda conquista.
Los instantes finales fueon emotivos, Central presionó, Newell’s se defendió muy bien y terminó festejando alborozadamente su justa victoria en el estadio centralista.