Luego de la jornada agridulce de ayer y el 1 a 1 parcial, la Argentina precisaba un triunfo en el dobles para llegar a mañana, el día de la definición de la serie de cuartos de final de la Copa Davis ante Suecia, con ventaja. El estallido que se produjo en el banco nacional cuando la pareja conformada por David Nalbandian y Guillermo Cañas liquidó el triunfo por 7-5, 6-4 y 6-4, en dos horas y 18 minutos de juego, sobre la dupla sueca conformada por Jonas Bjorkman y Robert Lindstedt, evidenció el significado que tenía este match y la necesidad que había por conseguir un éxito para colocar la llave 2-1, como finalmente se logró para empezar a ilusionarse con el pasaje a semifinales para enfrentar a Rusia o a República Checa.
El día de definiciones será mañana, cuando a partir de las 10, en el Parque Roca, Nalbandian se mida con Robien Soderling. A continuación, quizá con la serie abierta, Alberto Mancini, el capitán del equipo nacional, deberá decidirse entre Cañas, José Acasuso y Juan Mónaco para enfrentar a Thomas Johansson. Quizás el buen partido disputado hoy por Willy le permite sacar una luz de ventaja. Ayer, Nalbandian se impuso a Johansson y Acasuso cayó sin atenuantes ante Soderling.
Por primera vez en diez años en una serie como local, la Argentina llegó al sábado igualada 1 a 1. Sin embargo, en el dobles, volvió a sacar la chapa que lo muestra como uno de los favoritos a quedarse con la Ensaladera de Plata ante el punto, que en lo previo, aparecía como el más fuerte de los suecos. El conjunto nacional ganó el tercer punto de la serie en casa por séptima vez consecutiva. En el país, no pierde el dobles desde 2002.
Nalbandian y Cañas jugaban por tercera vez juntos en Copa Davis. Tenían un triunfo y una derrota. Esta última ante los suecos (Bjorkman-Thomas Johansson) hace un año, también por los cuartos de final, pero como visitantes. Hoy, consiguieron la revancha de hace un año para obtener un punto clave. Ambos se mostraron sólidos y sacaron adelante un partido parejo al saber aprovechar sus oportunidades, especialmente en el set inicial. En los dos primeros sets, la Argentina consiguió quiebres que le permitieron sacar para set para ratificar.
El público acompañó y cubrió el estadio en un 75 %. Hubo distintos estallidos durante el cotejo, aunque el aliento siempre se hizo sentir, siempre sin ninguna falta de respeto contra los suecos. Cañas completó una muy buena jornada. Sólido en el saque y sin darse por vencido en ninguna pelota, fue una pareja perfecta para Nalbandian, el líder de este equipo.
El primer set fue muy parejo. Ambos equipos se hicieron fuertes con su saque, aunque la Argentina supo aprovechar al máximo su única chance de quiebre en este primer parcial y sacó ventaja. El equipo nacional sólo consiguió 11 puntos sobre 35 cuando recibía, mientras que los suecos obtuvieron 9 de 35.
Desde la solidez del servicio, Bjorkman y Lindstedt se iban afianzando en el polvo de ladrillo del Parque Roca, aunque Nalbandian y Cañas también le brindaban un nivel alto al partido. La Argentina estuvo en peligro en el cuarto game, cuando David servía por primera vez en el match. Suecia tuvo una ventaja con break point, algo que no se repetiría otra vez para los europeos en el set inicial, pero no lo aprovechó.
Los suecos solían buscar a Cañas, que siempre respondía. Nalbandian crecía con buenos puntos. Estaban 5 a 5, con Bjorkman en el saque, cuando se produjo el primer desnivel. Luego de estar iguales, el equipo nacional consiguió una ventaja. Cañas puso una bola profunda y la devolución sueca quedó en la red. El quiebre se materializó y Nalbandian sirvió para set. El público se despertó y comenzó a alentar a la espera de la primera explosión.
Los suecos no querían ceder el protagonismo y se colocaron 0-30, pero, con cuatro puntos consecutivos, la Argentina cerró el primer parcial, que le fue favorable por 7-5, en 45 minutos de juego.
El segundo set fue similar al inicial, aunque la Argentina mostró un juego más sólido. En el comienzo, con Lindstedt al servicio, el equipo nacional, con Cañas encendido, contó con tres break points en ese primer game. Sin embargo, no logró aprovechar ninguno y los suecos salieron adelante, cuando el golpe por perder el primer set aún rondaba por sus cabezas.
La paridad se instaló de nuevo en el partido hasta que en el noveno game la Argentina volvió a sacar ventaja para servir para set. Esta vez, fue en el saque de Lindstedt. Nalbandian-Cañas se pusieron 30-40. Willy ejecutó un tiro desde el fondo que Bjorkman no logró devolver y el quiebre se materializó para colocar al conjunto nacional 5-4 arriba.
Al servicio, iba Cañas. Hasta el momento, con su saque, Willy sólo había cedido cuatro puntos. Sin embargo, no le resultó nada fácil cerrar el set y, en ese game decisivo, perdió ocho puntos con su saque. Recién al séptimo set point y, tras salvar un break point, la Argentina se llevó el set por 6-4 para empezar a ilusionarse con un éxito en parciales corridos.
En el set final, empezó sacando Bjorkman, que tuvo un break point en contra, pero salió adelante. Sin embargo, quien no se salvó fue Lindstedt, a quien, en el tercer game le quebraron el servicio en cero y la Argentina, luego de que Cañas ratificara, pasó al frente 3 a 1.
Parecía que todo estaba encaminado, aunque hubo un pequeño desliz. Por primera y única vez en el partido, el equipo nacional cedió el servicio. Lo suecos le quebraron a Cañas y dejaron todo 4-4. Igual, al game siguiente, con Bjorkman en el servicio, la Argentina quebró, gracias a una doble falta del experimentado sueco. Nalbandian sirvió para partido y no falló. La Argentina ganó el dobles, está 2 a 1, y, mañana, tendrá dos oportunidades para cerrar la serie y pensar en las semifinales.
Fuente: La Nación