Si bien entraba dentro de las posibilidades, pocos imaginaban un desenlace así para el segundo punto de la serie de Copa Davis ante Suecia, por los cuartos de final. Luego del triunfo de Nalbandian sobre Thomas Johansson, José Acasuso salió a la cancha dispuesto a emperezar a encauzar definitivamente una victoria para que la Argentina soñara con las semifinales. Sin embargo, Chucho se topó con un Robin Soderling impecable, que con un juego muy sólido, se quedó con el partido por 6-0, 6-4 y 6-1, en una hora y 52 minutos de juego.
Acasuso, 40° en el ranking de la ATP y el hombre en el que el capitán Alberto Mancini depositó la confianza por encima de Guillermo Cañas y Juan Mónaco, tuvo una tarde para el olvido y cayó sin atenuantes ante Soderling (39°), que dejó la serie 1 a1, algo que no sucedía, en la Argentina, desde el 25 de septiembre de 1998, cuando por el repechaje al Grupo Mundial, la Argentina empezó así (1-1) frente a Eslovaquia y, luego, cayó derrotada.
El traspié de Acasuso, el primero que sufre como local por Copa Davis, deja suspenso en la serie, ya que todo se definirá pasado mañana. La jornada de mañana tendrá un atractivo duelo de dobles en el que la pareja Nalbandian-Cañas intentará poner al frente a la Argentina para definir con mayor comodidad ante los duros Bjorkman- Lindstedt, el mejor punto de los europeos.
El partido comenzó de la peor manera para Acasuso. El lapidario 6-0 a favor de Soderling con el que finalizó el primer set, en sólo 34 minutos de juego, dejó al desnudo las falencias de Chucho. El misionero cometió 12 errores no forzados, tuvo una baja eficacia de primeros servicios (44%) y se topó con un rival que acertó todo, jugó bien de fondo y no se amilanó cuando el público quiso despertar al argentino.
Soderling comenzó sacando y le quebró el servicio a Acasuso para empezar el match 6-0. En el último game de ese set, con Acasuso al saque, Chucho evidenció alguna leve reacción. Estuvieron ocho veces iguales y, al sexto set point, el sueco cerró el parcial.
En el segundo set, Acasuso por fin logró un punto, algo para lo que debió esperar 39 minutos. Chucho se quedó con la ovación y los aplausos de todo el Parque Roca. Con esa fuerza algo recuperado y con el impulso de la gente, el misionero pudo quebrar en el tercer punto. Sin embargo, no ratificó y Soderling emparejó.
Sólo el aliento de los hinchas ayudaba a Acasuso, porque, en su juego, no encontraba señales para salir adelante. Por ese bullicio generalizado, hubo una advertencia general para que se hiciera silencio durante los puntos. En el octavo game, Chucho consiguió otro quiebre, pero, de nuevo, sirvió mal y el europeo empardó. Cuando el argentino sacó 5-4 abajo, Soderling pisó el acelerador, se puso 0-40 y en el tercer set point se llevó el segundo parcial por 6-4.
En el último set, otro inicio para el olvido envolvió a Chucho en una derrota que ya se empezaba a digerir. Con dos quiebres consecutivos, el sueco se puso 4 a 0 arriba. El público comenzó a abandonar el estadio y los murmullos le exigían a Mancini haber puesto a Cañas o a Mónaco para el segundo punto. Soderling sacó y quedó a un game del triunfo. Acasuso, en el servicio, batalló y consiguió un punto, después de siete games consecutivos ganados por el sueco.
El público que todavía quedaba en el estadio doblegó su aliento. Soderling servía para el partido y no dejó dudas: se llevó el match y todo quedó como al principio del día.
Fuente: La Nación