La jerarquía del arquero Juan Pablo Carrizo y una definición excepcional del mediocampista Rodrigo Archubi, en el primer tiempo, justificaron un ajustado triunfo de River por 1-0 sobre Arsenal de Sarandí, con el cual el equipo ‘millonario’ quedó como único puntero del torneo Clausura, cumplidas ocho fechas del certamen, aunque con un partido más que Estudiantes de La Plata, que tiene dos puntos menos.
Los dirigidos por Diego Simeone salieron a jugar con mayor iniciativa, pero carecieron de precisión en los últimos metros como para inquietar al arquero Cuenca. Sin embargo, no pasaron sofocones en defensa, sino hasta después de la media hora de juego, cuando los visitantes parecieron despertarse y comenzaron a generar peligro.
Es más, las mejores situaciones fueron para el conjunto del Viaducto, que dispuso de dos ocasiones muy claras: a los 30 minutos, Ponzio alcanzó a tapar con su botín un fortísimo remate de Calderón, cuando el arquero Juan Pablo Carrizo ya no tenía chances de atajar su disparo y apenas un minuto más tarde, Yacuzzi remató apenas desviado, luego de que Garnier le bajara de cabeza el balón, en la puerta del área.
Pero en el mejor momento de Arsenal, el ‘Millonario’ dio el gran golpe: a los 39 minutos, Archubi tomó la pelota fuera del área, encaró hacia la misma, eludió a dos defensores y sacó un ‘zurdazo’ cruzado, bajo, impecable, que se metió junto al palo izquierdo. Así, el equipo de Simeone encontró el tanto del triunfo cuando peor la estaba pasando.
Arsenal mostró sus mejores argumentos en el segundo tiempo. La movilidad de sus volantes, la habilidad de su conductor, ‘Papu’ Gómez, y la peligrosidad de sus delanteros, Calderón y el ingresado Leguizamón, lo asemejaron más a aquel equipo del último semestre del año pasado, cuando se consagró campeón de la Copa Sudamericana, que al angustiado e irregular conjunto del presente.
Así, se sucedieron las jugadas de riesgo contra el arco de River, en el que se erigió en gran figura y principal responsable del triunfo ‘millonario’ -una vez más- el arquero Juan Pablo Carrizo: al minuto, contuvo una media vuelta de Carrera; a los 6m. le sacó de manera espectacular un tiro libre a Carrera; y sobre los 7m. observó cómo un remate de Gómez se iba junto al palo derecho.
River pudo “liquidarlo” con un contragolpe, a los 8 minutos, que culminó Abreu, con un remate que se estrelló contra el palo izquierdo. Pero su equipo siguió sufriendo y, entonces, Simeone buscó equilibrar el mediocampo: ingresó un volante de marca, Nicolás Domingo, y salió uno de creación, Buonanotte.
El entrenador no consiguió su objetivo y River siguió sufriendo las embestidas de los visitantes: a los 34 minutos, Leguizamón quedó sólo dentro del área y su remate fue atajado por Carrizo; a los 39m. Báez empujó la pelota con su brazo (sin intención de utilizar su mano), después de una serie de rebotes dentro del área, y otra vez contuvo el arquero, sobre la línea de gol. Con mucho sufrimiento y un arquero que hizo honor a su apellido ilustre para la entidad de Núñez (el “adelantado” Amadeo Carrizo), River sumó tres puntos muy luchados y volvió a posicionarse en lo más alto del torneo Clausura.
Fuente: Telam