El ‘Cholo’ Simeone sorprendió con su formación inicial, en la que incluyó a varios jugadores que habitualmente no son titulares y preservó a quienes habían practicado durante la semana y se perfilaban como para estar entre los once ante San Martín de San Juan.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Así, el mediocampo sufrió una modificación total: Alexis Sánchez, Leonardo Ponzio, Diego Buonanotte y el juvenil Sebastián Sciorilli entraron por Augusto Fernández, Oscar Ahumada, Matías Abelairas y Ariel Ortega.
Con esos nombres en el campo, River evidenció un esquema claramente ofensivo, con sólo un volante con características naturales de marca –Ponzio- y dos jugadores de mucho talento y creación, tales los casos de Buonanotte y el chileno Sánchez.
Entonces, el conjunto ‘millonario’ volvió a mostrarse descompensado: potente y desequilibrante en ofensiva; débil y confundido en defensa. “Ole, ole, ole…”, se entusiasmaban los hinchas en el estadio Monumental, ante cada gambeta del chileno o los enganches del juvenil mediocampista. Pero casi inmediatamente, enmudecían o murmuraban ante la llegada franca de los sanjuaninos contra el arco defendido por Carrizo.
El partido era un ida y vuelta constante, con acciones peligrosas en ambas áreas: a los 6 minutos, Buonanotte encaró hacia el área, le tocaron la pelota, pero el colombiano Falcao se la llevó y cuando estaba por definir, le tapó su remate el arquero Medrán; a los 16m. Galván tomó el balón en la puerta del área ‘millonaria’ y –sin una marca cercana- sacó un fortísimo remate que salió por encima del travesaño.
River había pasado el mayor sofocón –hasta ese momento- del partido. Sin embargo, de ese gran susto pasó al festejo: a los 17 minutos, Alexis Sánchez habilitó con un pase preciso al uruguayo Abreu, quien definió ante la salida de Medrán, la pelota dio primero en el palo derecho y luego en el izquierdo, para salir rebotada hacia el área. Allí, nuevamente tomó el balón el uruguayo y tocó suavemente hacia el arco, para convertir su primer gol oficial en el torneo Clausura y establecer el 1-0.
Apenas ocho minutos le duró la alegría a los locales, porque a los 24 minutos, el arquero Carrizo calculó mal en una salida y la pelota lo superó, Pacheco tomó el balón y quiso enviar un centro, ante la marca de Ponzio, pero el árbitro Brazenas sancionó una mano del mediocampista. El zaguero Sebastián Brusco ejecutó el penal y convirtió, con un remate bajo junto al palo derecho, el transitorio empate 1-1.
River “mata y muere” en cuestión de minutos. Y así fue que ni siquiera dejó festejar a los visitantes, porque a los 27m. Buonanotte volvió a encarar contra el área y sacó un remate que se metió por encima del cuerpo del arquero. Otra vez, River estaba arriba en el marcador.
Pero su identidad le marca que debe sufrir: a los 29m. Pacheco tomó un rebote dentro del área y cruzó con su remate todo el arco, de derecha a izquierda, apenas desviado. Y sobre los 35m. Tonelotto conectó de cabeza, dentro del área chica, un centro desde la derecha que fue a las manos de Carrizo. A los 42m. Alexis Sánchez volvió a dejar sólo al uruguayo Abreu, con un buen pase, pero esta vez el duelo lo ganó el arquero de los sanjuaninos. “Chi-le-no”, lo despidió la hinchada ‘millonaria’ al término del primer tiempo. Es que este River modelo 2008 es así: ilusiona y brilla en ataque; decepciona y atemoriza en defensa.
En el complemento, el conjunto de Núñez acentuó su búsqueda ofensiva y fue acorralando a los visitantes contra su propio arco. El chileno Sánchez tuvo una tarde inspirada y enloqueció a los defensores de San Martín con sus gambetas, potenciadas por un terreno mojado y resbaladizo en el que sus rivales quedaron desparramados en más de una ocasión.
A los 12 minutos, el ‘Millonario’ pareció encontrar la tranquilidad que necesitaba, gracias a una espectacular “palomita” dentro del área de Nasuti, quien de cabeza puso el 3-1, luego de un centro enviado por Ortega –ingresó por Buonanotte- desde la derecha. No obstante, la historia volvió a repetirse: a los 17m. Bravo desniveló dentro del área local y “reventó” el arco de Carrizo con un gran derechazo (3-2).
De allí hasta el final, River se dedicó a dilapidar situaciones: a los 20m. Alexis Sánchez armó una excelente jugada dentro del área, a pura gambeta, y dejó sólo a Ortega, quien desperdició una inmejorable situación con un remate pifiado; a los 22m. el ‘Burrito’ estrelló un tiro libre en el travesaño; a los 23m. Augusto Fernández probó desde fuera del área y el balón salió apenas junto al palo derecho; a los 26m. Sánchez quedó sólo por el sector derecho, pero su disparo dio en la parte exterior de la red y a los 34m. Abreu interceptó un pase hacia atrás de un defensor, que quedó corto producto del campo de juego mojado, pero no pudo sacar provecho porque Medrán alcanzó a taparlo con su cuerpo.
Entonces, el árbitro Brazenas dispuso la suspensión del emotivo encuentro. “No se puede, la pelota ya no pica ni corre”, explicó el juez, luego de tomar su decisión, cuando faltaban nueve minutos para el final. Ahora deberá completarse el tiempo restante, en dos tiempos de cinco minutos. Con mucho lucimiento (ofensivo) y sufrimiento (defensivo), River deberá esperar unos días más para subirse a la punta, que por el momento y gracias a la lluvia, ahora ostentan Vélez y Boca.
Fuente: Telam