La pareja de marplatenses lleva al menos 100 días en las rutas. El recorrido arrancó en la costa y pasó por Ushuaia. Antes de dirigirse hacia la capital fueguinahicieronuna parada en Río Grande, lugar donde visitaron los estudios de “La 97” Radio Fueguina. Luegocontinuó hasta Chile y, desde ese país, retomaron el rumbo norte.
Hace muy poco estuvieron en Mendoza, provincia que los recibió con los brazos abiertos y con un buen vino sobre la mesa. Allí conocieron: El Sosneado y la montaña. Sobreviven vendiendo artesanías. < ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Según sus protagonistas, Facundo Laiz (28) y su mujer, Loli Navarro (27), “ir y venir garantiza eterno movimiento”. Y es justamente esta idea la que los llevó a concretar el sueño de todo viajero y emprender la aventura de unir de un extremo a otro el continente americano nada menos que en un Citroën en excelentes condiciones.
El joven matrimonio sobrevive vendiendo artesanías, remeras y postales y que incluso cuenta con su propio blog del viaje que puede ser consultado en la web en www.americaencitro.blogspot.com.
La historia
En diciembre del 2006 Facu y Loli se casaron y, en ese momento, prometieron cumplir el sueño que perseguían desde chicos. Querían recorrer todo el continente y hacerlo rebuscándoselas para sobrevivir en el trayecto.
Un año y 11 días después pusieron en condiciones el Citroën que Facundo usaba para sus trabajos como ingeniero agrónomo y se animaron a desafiar caminos desconocidos.
En lo que sería una prolongada luna de miel, la pareja partió desde Mar del Plata “porque teníamos ganas de conocer lugares diferentes”, aseguró Facundo. De allí se dirigió por la costa atlántica hasta Río Grande, Tolhuin y Ushuaia, una vez en el extreme del continente, visitaron Lapataia, más conocido como “El Fin del Mundo” que es el lugar al que ellos consideran, “El principio de todo”.
Como no podia ser de otra manera, se cruzaron con El Calafate, los glaciares y una inquietante ruta que los trajo sin escalas hasta Mendoza, desde donde emprenderán el nuevo rumbo que los conducirá hacia Alaska, lugar que le dará cierre al periplo.
“Somos dos inconformistas, y para nosotros viajar es en cierta forma un escape y un modo de libertad”, comentó el joven ingeniero, que recorre la ciudad con su mujer.
En la tierra del sol y del buen vino, fueron hasta El Sosneado, Villavicencio y Uspallata, los parajes elegidos por los Laiz para sumar paisajes y experiencias a este inusual trayecto.
“Mendoza es una ciudad muy cálida. Es impresionante cómo se acerca la gente para preguntarte sobre la experiencia”, apuntó el viajero.
Fuente:
www.americaencitro.blogspot.com