Mientras la pretemporada vuelve poco a poco a sus habituales cauces deportivos, la revista alemana «Motorsport Aktuell» nos sorprende en su edición de esta semana con una entrevista a Fernando Alonso, en la que el asturiano le tira los tejos de una manera velada a la escudería de Maranello por su actual nivel de prestaciones: «Ferrari tiene ahora el mejor coche y por eso hay veinte pilotos que quisieran ocupar el lugar de Kimi y Massa». Sin embargo, el asturiano, que se ha erigido en comandante de Renault, está luchando con todas sus fuerzas esta pretemporada para disputarle a los coches rojos la posición de hegemonía que ayer volvieron a demostrar con unos extraordinarios tiempos en Bahrain.
Fernando negaba también los contactos con el equipo italiano antes de ir a su actual casa. Algo que es incierto, pero que no le conviene en absoluto airear en el arranque de su segunda etapa francesa. La estrella española no va a dejar de tensar la cuerda sobre la posible temporalidad de su presencia en Renault. Una presión de novia codiciada que ha puesto las pilas a los ingenieros, entregados por completo a sus indicaciones para mejorar el monoplaza. A la pregunta sobre si puede asegurar que continuará el año que viene afirmó: «No. La decisión dependerá de la mezcla de tres elementos: la competitividad del monoplaza, el ambiente y la oferta económica».
Sobre sus posibilidades para el próximo campeonato, el ovetense mantiene el perfil bajo de sus declaraciones, un lobo con piel de cordero. Estar fuera de las quinielas de la victoria le está permitiendo trabajar con más tranquilidad: «El Mundial es un objetivo a medio plazo. Será muy difícil luchar con los grandes, el objetivo es luchar por el podio». Después de las exitosas pruebas de Barcelona, (estas declaraciones son anteriores), Alonso ve más accesible esa primera meta.
Hasta que el día 14 se suba al coche en Jerez, el programa del piloto del cinco incluye varios compromisos con sus patrocinadores. Todos ellos alejados de los focos mediáticos. Mientras tanto, mantendrá correos con la fábrica de Enstone para vigilar los progresos del R28, sin novedad aerodinámica alguna entre Montmeló y Valencia. El asturiano sólo realizó cambios en el reparto de pesos del coche y en algunos reglajes mecánicos y la respuesta fue especialmente positiva. Sin ser un avión, las nueva criatura diseñada por Bob Bell por lo menos está bien parida. De haberlo construido en 2007, podría haber sido un coche ganador. El monoplaza termina las tandas largas en el mismo tiempo que Hamilton con el McLaren, una excelente señal. Lo único negativo, de momento, es que las comienza de salida de boxes a unas cuatro décimas.
El ideal de los aficionados es vivir un final de pretemporada como el de 2005. En los tiempos absolutos de cada sesión de entrenamientos, los McLaren estaban por delante pero las tandas largas colocaban a Renault en lo más alto. Fue un invierno para entendidos, en el que el tapado R25 dio la campanada. Fernando no busca tanto, se conforma con estar a tres décimas de Ferrari en Australia.
Fuente: As