El congreso unicameral cubano celebró este domingo la sesión prevista para nominar de entre sus integrantes al nuevo jefe del Estado, luego de que el martes último el líder histórico de la isla, Fidel Castro, sacudiera al mundo anunciando que no estaba dispuesto -por problemas de salud- a mantenerse al frente del gobierno.
El primer vicepresidente en el Consejo de Estado (gobierno) es José Ramón Machado Ventura, un médico de 77 años considerado un histórico de la revolución que tuvo activa participación en las declaraciones doctrinarias del Partido Comunista.
La confirmación de la continuidad de Raúl -prevista por los analistas- y la aparición un tanto más sorpresiva de Machado Ventura en el segundo cargo en importancia del país, demuestran una consolidación de la «vieja guardia» en la conducción política de la isla, consideraron observadores políticos.
Como vicepresidentes también figuran el comandante de la revolución Juan Almeida Bosque, el general del Ejército Abelardo Colomé Ibarra y el general de división Julio Casas Regueiro, así como Carlos Lage y Esteban Lazo, en tanto Ricardo Alarcón continuará al frente del Congreso.
En su primer mensaje como mandatario -hasta ahora y desde julio de 2006 era presidente provisional- Raúl, de 76 años de edad, afirmó que la nueva composición del Consejo de Estado es una muestra de la voluntad de «continuar fortaleciendo la revolución en un momento histórico que exige ser dialécticos y creadores», destacó la agencia noticiosa alemana DPA.
Raúl pidió permiso a la Asamblea Nacional para consultar las «decisiones de especial trascendencia» a Fidel, a quien consideró como «insustituible».
«Seguro de expresar el sentir de nuestro pueblo, solicito a esta Asamblea (…) que las decisiones de especial trascendencia para el futuro de la nación, sobre todo las vinculadas a la defensa, la política exterior y el desarrollo socioeconómico del país, me permita continuar consultándolas al líder de la revolución, el compañero Fidel Castro Ruz» dijo entre aplausos.
También anticipó que se producirá una reducción de los organismos del Estado para «hacer más eficiente la gestión» del Gobierno.
«Hoy se requiere una estructura más compacta y funcional, con menor número de organismos de la Administración Central del Estado y una mejor distribución de las funciones que cumple», añadió al respecto.
La nominación de Raúl fue celebrada desde Venezuela por el presidente Hugo Chávez, quien en su programa dominical dijo que el ahora presidente cubano «siempre ha estado allí, callado, pero trabajando, fiel a la revolución, al pueblo cubano y fiel hasta la médula con Fidel».
Durante la transmisión del programa Chávez conversó telefónicamente con Raúl, a quien felicitó, y luego explicó que la charla tenía como objetivo negar algunas versiones que lo mencionaban «alejado» del nuevo mandatario cubano.
En cambio, y aún antes de que se consolidara la nominación de Raúl Castro, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, había reclamado un cambio democrático en la isla.
La funcionaria pidió la liberación de los presos políticos en Cuba y aseveró que «el pueblo cubano encara el legado de décadas de tiranía y merece nuestra solidaridad cuando busca construir un futuro más brillante».
La sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) se realizó sin la presencia de Fidel Castro, quien de todos modos emitió su voto como integrante del cuerpo desde un lugar no revelado.
La nominación a favor de Raúl Castro no tuvo oposición, por lo que el confirmado presidente del Congreso, Alarcón, propuso que la votación se hiciera a mano alzada y no en secreto, lo que fue aceptado y demostró que la aprobación de la designación de Raúl fue unánime.
Raúl Castro asumió en forma provisional el mando del país el 31 de julio de 2006 de manos de Fidel, quien fue operado de una dolencia intestinal.
El líder histórico de la revolución se dedicó en todo el tiempo a escribir columnas de opinión en la prensa oficial cubana para fijar posición sobre cuestiones en general de orden internacional, y el martes último escribió una nota en la que aseguró que no podía reasumir el mando por problemas de salud.