Lanús no tenía un debut fácil por el Repechaje de la Copa Libertadores. Visitaba a Olmedo de Ecuador, en el estadio Olímpico que se encuentra a 2.800 de altura. Y eso terminó siendo el rival más complicado para el equipo de Ramón Cabrero. Pese a que el Granate jugó mejor, los locales se terminaron llevando el 1-0 en el complemento por el cansancio físico de los argentinos. Ahora tendrán que esperar hasta el martes para tratar de dar vuelta la historia en este serie.
La primera opción de riesgo fue para Maximiliano Antonelli, pero su cabezazo fue controlado sin problemas por Carlos Bossio. Rápido respondió Lanús con un tiro de Maxi Velázquez, que sacó al corner Edwin Villafuerte. A los pocos minutos, ya Diego Valeri demostraba que era el mejor de su equipo. Un remate suyo de zurda pasó muy cerca del palo izquierdo del uno del Olmedo. Hasta ahí, el Granate controlaba todo y no sufría riesgos su arco. Los dirigidos por Osma apostaban a los centros, y así Perlaza estuvo muy cerca de anotar tras un corner, pero Valeri salvó en la línea.
En el arranque del complemento los locales comenzaron mejor y Bossio se lució después de un tiro de Antonelli. Después Guerrón probó de afuera, y se fue cerca. De a poco, Olmedo empezó a sacar provecho del cansancio de los jugadores de Lanús y se acercaba con peligro al arco del Chiquito. Quiñónez desbordó por la izquierda, pasó a Velázquez y tuvo mucho tiempo para clavar un zurdazo muy lejos de Bossio y abrir el marcador. Unos minutos después, Graieb cometió un penal que el peruano Víctor Rivera no vio.
Pasó el mal momento y el último campeón del fútbol argentino sacó todo su amor propio para empatar. Peralta, que había ingresado en el segundo tiempo, tiró un centro y Lagos se lo perdió de cabeza. En el final, otra vez Valeri frotó la lámpara con un tiro libre espectacular y cuando se metía Villafuerte la salvó.
Lanús perdió 1-0, pero demostró que tiene con qué dar vuelta esta serie para entrar a la fase de grupos de la Copa Libertadores. La altura cansó a los de Cabrero y no pudieron aguantar el ritmo. Muy distinto va a ser el próximo martes, cuando tengan todo en sus manos para la revancha con el Olmedo.< !/CUERPO>