Por un lado, la firma Repsol YPF ha conseguido mantener a sus estaciones de servicio sin faltante de gasoil, aunque aún persisten algunos inconvenientes para conseguir sostener un stock permanente en las naftas.
Por otro, las destilerías Petrobrás normalizaron el despacho de camiones desde sus instalaciones, aunque aún se mantiene un régimen de entrega con un atraso estimado de 48 horas respecto a la demanda.
La petrolera Esso no presenta inconvenientes con el despacho y entrega de combustibles, salvo con los sitios de veraneo, en los que la demanda se ha incrementado notoriamente. En el resto del país, el único insuperable es la disponibilidad de camiones para el transporte del fluido.
Igualmente, en la ciudad y la zona, el panorama es mucho menos complejo que en centros turísticos de Río Negro y Neuquen, ya que por el desabastecimiento de hidrocarburos quedaron varados turistas en Bariloche, Las grutas, Junín, San Martín de los Andes y Villa La Angostura, en las que el panorama parece no cambiará demasiado hasta dentro de una semana. Los estacioneros, si bien la mayoría recibe la misma cantidad de combustible que con anterioridad, por como consecuencia del turismo los expendedores irremediablemente se quedan sin combustibles.
Apenas se observa el arribo de un camión a descargar combustible, en esa estación se conforman largas colas de vehículos para completar sus tanques, lo que hace que en pocas horas la disponibilidad esté nuevamente próxima a su límite, y en algunos casos se quedan sin stock, ya que se ve superada su posibilidad de reposición.
Una de las situaciones que favorecería a que la zona no sufra un permanente desabastecimiento es que algunos de los estacioneros de la ciudad reciben combustible proveniente de las plantas destiladoras de Neuquén, en tanto que otras lo hacen desde depósitos de Comodoro Rivadavia, por lo que en ellas el reaprovisionamiento se produce a diferentes ritmos. Esta situación favorece la presencia de turistas en nuestra zona, ya que Río Negro y Neuquén lideran la columna de provincias que reclaman ante la Nación por la falta de combustibles.
De esta manera, los turistas provenientes de la Patagonia sur y los llegados de Chile, que comienzan a arribar a partir de la segunda quincena de enero, podrían permanecer más tiempo en nuestra zona para evitar los riesgos de quedarse varados por la falta de hidrocarburos. Por otro lado, también existe el temor que se desalienten los visitantes que del norte del país habían programado llegar a estos sitios, ya que las dificultades para llenar el tanque los harían hacer optar por elegir otros centros turísticos de veraneo y descanso.
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