Desde hace varios meses que los xeneizes sólo piensan en esta recta final del año. A pesar de que el objetivo de conquistar el torneo Apertura estuvo latente hasta casi el final del certamen, la cabeza del «mundo Boca» -como le gusta decir al entrenador-, está puesta en el Mundial de Clubes que comienza en pocos días.
Ya embarcado rumbo a Oriente y pocos días antes del próximo y vital compromiso, las últimas semanas abrieron un mar de interrogantes sobre el futuro cercano. Cuando el equipo necesita más calma, más se agitan las aguas en todos los aspectos de la vida institucional del club de la Ribera.
Sin Riquelme ni signos claros de mejoría en el equipo que terminó sin chances en el torneo local y con un técnico en medio de una oleada de rumores, Boca deberá dar un giro importante en su juego y su ánimo si es que quiere quedarse con el título mundial que tanto anhela.
El técnico
Parece increíble que el entrenador que se consagró campeón de América este mismo año esté en duda para la temporada 2008. Sin embargo, ya comenzaron a rodar todo tipo de versiones. Cuando Diego Cagna y Carlos Bianchi aparecieron como candidatos a hacerse cargo del plantel el año próximo, el propio Diego Maradona fue en persona a Casa Amarilla para respaldar a Miguel Angel Russo.
Claro que ese apoyo quedó condicionado cuando un allegado al mismo Maradona, flamante asesor futbolístico del club, también le ofreció la conducción del equipo de la Ribera a Diego Simeone, principal objetivo de River luego del plantón de Ramón Díaz.
Russo no sólo deberá lidiar con la presión lógica de tener que ganar los dos partidos para poder ser campeón en Tokio, sino que también pesará sobre sus hombros la posibilidad concreta de que una derrota lo expulse de su puesto.
El equipo
Boca necesita aferrarse de su ilusión de volver a estar en la cúspide del fútbol internacional, pero sus últimas actuaciones no dan certezas ni seguridades. Sin la posibilidad de contar con Riquelme, deberá adoptar la táctica de jugar sin enganche, algo que no terminó por redituarle en las últimas fechas del campeonato.
Si adopta esta última posibilidad, la duda será quién será el encargado de generar el fútbol y asistir a los delanteros, Martín Palermo y Rodrigo Palacio. Ever Banega es el que está más cerca de poder cumplir esa función, aunque llegará con lo justo ya que debió salir en los dos últimos partidos que jugó debido a un problema muscular.
La otra opción será volver a jugar a con un diez clásico, pero tampoco es alentador el nivel que mostró Leandro Gracián en sus últimas actuaciones. Jesús Dátolo, último en subir al avión tras la negativa de la FIFA en inscribir a Riquelme, parece una opción todavía más lejana.
Falta exactamente una semana para que Boca juegue su primer partido en Japón ante el vencedor del duelo entre el mexicano Pachuca y el Etoile Sportive du Sahel -de Túnez- y todavía quedan estos interrogantes. La mitad, o buena parte de ellos, comenzarán a resolverse con el pitazo inicial del match del próximo 12 en el estadio Nacional de Tokio.
La lista.
Arqueros: Mauricio Caranta, Pablo Migliore y Javier García.
Defensores: Hugo Ibarra, Jonatan Maidana, Gabriel Paletta, Claudio Morel Rodríguez, Juan Angel Krupoviesa, Matías Cahais y Matías Silvestre.
Mediocampistas: Pablo Ledesma, Ever Banega, Sebastián Battaglia, Leandro Gracián, Neri Cardozo, Jesús Dátolo, Alvaro González, Fabián Vargas y Nicolás Bertolo.
Delanteros: Martín Palermo, Carlos Bueno, Mauro Boselli y Rodrigo Palacio.
Fuente: La Nación