Fernando Alonso no ha elegido la opción que le caía más simpática, Red Bull, ni la que le ofrecía más dinero, Toyota (que estuvo en liza hasta el final con una mareante oferta en torno a los 70 millones de euros anuales). Sencilla y llanamente, el bicampeón ha optado por el coche que más puede correr, el Renault R28. Y el equipo en puja por sus servicios que más posibilidades tiene de ser competitivo a corto plazo.
Ayer firmó por la escudería francesa una sola temporada con opción a otra más. Puede marcharse a Ferrari en 2009 si la situación no le convence y en Maranello le pretenden. Aunque desde el equipo, que confirmó su contratación y de Nelsinho Piquet mediante un comunicado, se habla de dos campañas. Es el contrato de su vida. Diversas fuentes cifran su salario anual en unos 42 millones de euros, ingresos de publicidad aparte. Justo el doble de lo que ganaba en McLaren. Y esto lo convierte en el piloto mejor pagado de la historia, por encima de los 36 millones de euros de Michael Schumacher con Ferrari. Y los treinta que actualmente se lleva Kimi Raikkonen.
El asturiano ha dejado de lado en su regreso las enemistades del pasado con Pat Symonds o los enganchones con Flavio Briatore. Comparado con esos problemas, los conflictos de McLaren fueron un paseo por las entrañas del infierno. Fernando se ha quedado con sus amigos en el lado francés y su departamento de motores, o el cariño que despierta en los mecánicos.
Con ellos ganó sus dos títulos mundiales y ahora espera devolverles de nuevo a la élite («es una escudería que sabe lo que hay que hacer para ganar», explicaba ayer en la web de Renault), aunque sabe que un objetivo realista es intentar luchar con los BMW al margen de Ferrari y McLaren. Además, ha fijado un estricto número de compromisos publicitarios, mucho menor que antes. El objetivo del equipo es, según explicaba ayer un portavoz fuera de micrófono, «lograr un proyecto fuerte a corto plazo y negociar después un acuerdo de larga duración».
Renault lanzó sus primeras redes a Alonso, tal y como adelantó AS, el pasado mes de julio. Después, cuando saltó el escándalo del espionaje, negoció con Briatore la posibilidad de competir las últimas carreras del año con ellos si no se permitía correr a los McLaren. Unas conversaciones que incluían disputar también el Mundial 2008 con el equipo del rombo. Como siguió compitiendo, el proyecto entró en su primera vía muerta.
Flavio volvió a insistir desde Monza, y algunas de sus amistades se encargaron de lanzar el bulo de que Fernando tenía firmado ya un precontrato con el equipo galo. Algo desmentido rotundamente desde su entorno. Después de irse de McLaren, las primeras conversaciones disgustaron mucho a las aspiraciones del asturiano. Le ofrecían un contrato radicalmente a la baja y con dos temporadas inamovibles. Incluso se insinuaba la opción de una tercera.
Hasta que la escudería del rombo no cedió y entró en las facilidades de libertad contractual de Toyota, no se convirtió en la primera opción. Eso fue hace ahora diez días, y después de varios ultimátums fracasados de Briatore. Renault regresa ahora al corazón de los fans españoles. Y Alonso volverá a llevar su número talismán, el cinco, que le hizo entrar en el Olimpo de la F-1. Un buen augurio.
Fuente: Diario As (España)