El equipo forense del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que analiza los restos de los soldados muertos en la guerra por las Malvinas que están en tumbas sin identificar en el cementerio de Darwin, considera que las muestras analizadas hasta el momento en un laboratorio de Córdoba son de «buena calidad» científica.
De acuerdo a lo dicho por el jefe del equipo Laurent Corbaz a medios de prensa en el archipiélago, se le hizo ya el ADN a un 50 por ciento de la totalidad, que el CICR fijó en 123 tumbas. Son las que desde el final de la guerra llevan la leyenda Soldado Argentino Sólo Conocido por Dios.
Corbaz viaja este sábado a Buenos Aires para reunirse aquí la próxima semana con miembros del gobierno argentino, entre ellos el canciller Jorge Faurie y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj.
El jefe del Plan Proyecto Humanitario en Darwin, Laurent Corbaz, y equipo
El llamado Plan del Proyecto Humanitario (que firmaron los gobierno de Argentina y Reino Unido a fines del año pasado) busca para fines de año tener identificada a la mayoría de las tumbas.
La «mayoría» y no la totalidad, ya que posiblemente alguna pueda no contrastarse porque la familia no aportó el ADN. Y a su algunos soldados no identificados sufrieron el impacto de bombas por lo que su cuerpo podría no estar en Darwin.
Sin embargo, más allá de esos líneamientos generales que en su momento dieron funcionarios de la Cancillería, el CICR trabaja sobre datos técnicos. Con ellos en Malvinas trabajó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Por cierto, el laboratorio de Córdoba donde se analizan las muestras -que serán contrastadas con otros laboratorios en España y Reino Unido- es del EAAF.
El trabajo de la Cruz Roja en el cementerio de Darwin, Fuente CICR
De acuerdo al semanario Penguin News, Corbaz reiteró en las islas información conocida ya. Dijo que todas las tumbas no identificadas fueron abiertas y examinadas; que los restos humanos fueron exhumados; tomas de hueso fueron tomadas de cada tumba para el análisis de ADN y los restos fueron enterrados nuevamente. Terminaron el pasado 7 de agosto.
Hasta el momento, los tiempos se aceleraron. En parte porque el clima en las islas fue bueno, porque los isleños cooperaron y porque la Cruz Roja -que había levantado el cementerio de Darwin al terminar la guerra- contó con el valioso aporte del hombre que hizo el informe en aquel entonces, el oficial británico Geoffrey Cardozo.
Fuente: Clarín
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