Las clases sociales cada vez más demarcadas parece no ser un fenómeno que se aprecia en los principales centros urbanos, sino que la problemática ha llegado hace tiempo a nuestra ciudad y parece haberse asentado.
Al menos así se desprende del último preocupante análisis de la Fundación DAR Conin, que reveló que sólo en la ciudad de Río Grande hay al menos 30 niños que padecen desnutrición.
Para derribar tabúes y axiomas, pertenecen a todos los barrios de la ciudad y no se centran en ninguna zona geográfica, aunque sí comparten una característica: tienen en su mayoría entre 0 y 3 años.
«Es un trabajo de hormigas poder encontrarlos», señaló Valeria Ochoa, integrante y referente de la Fundación, quien a su vez aclaró que el grueso de estos niños pertenecen a familias que arribaron a la ciudad en los últimos años.
«No es hambre, no son chicos que requieran un plato de comida; si fuese hambre le damos una bolsa de comida. Estamos hablando de desnutrición, necesitamos que la familia sepa cómo alimentarlos: que tengan las cuatro comidas y sepa cómo estimularlos», explicó.
La Fundación DAR Conín
En Río Grande, la Organización No Gubernamental (ONG) trabaja brindando asistencia a todas estas familias por el plazo de al menos un año.
En ese tiempo, se les enseña a los padres a educarlos en alimentación a sus hijos, a que estos pequeños aprendan cómo lavarse los dientes y otras prácticas que hacen a la salud en general.
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