Finalmente y tras la lucha incesante de quienes residen en cercanías a las canteras de nuestra ciudad, la Justicia ordenó al Gobierno de la provincia de Tierra del Fuego a ordenar en un plazo inmediato el cese definitivo de la extracción de áridos en la zona costera de Río Grande, que conforma la Reserva Costa Atlántica.
El fallo condena al Ejecutivo provincial a que «con medidas concretas den inmediato cumplimiento a lo dispuesto en la resolución S.D. y A. 0450/2015, adoptando los mecanismos, procedimientos y recaudos necesarios tendientes al cese definitivo de la explotación de áridos en las canteras ubicadas en la zona costera denominada «RESERVA COSTA ATLÁNTICA«.
La resolución llega después de años de lucha de vecinos que ven a diario cómo el mar avanza y devora sus terrenos; en el pasado mes de septiembre, una crecida arrasó una vivienda ubicada en el barrio Policial. Miguel Rentería, el damnificado ante el avance del agua, celebró hoy en Radio Fueguina el fallo de la Justicia, aunque admitió que ya posee otras actuaciones favorables a su situación y nada cambió en consecuencia.
El fallo también brinda una cuota de esperanza para las organizaciones dedicadas a cuidar la flora y fauna local, que batallaron para poner fin a esta inescrupulosa práctica que pone en riesgo la biodiversidad de Río Grande. El experto en aves, Luis Benegas, declaró que si continuaba la extracción indiscriminada de áridos en la costa de la ciudad, algunas de las especies que llegan a nuestra ciudad tras migrar podrían desaparecer.
Idas y venidas
La posición adoptada por los jueces no va en contra sólo de lo dispuesto por el Gobierno de Tierra del Fuego, sino también de la Legislatura de nuestra provincia, que avaló la extracción de áridos de las canteras por el plazo de «cinco años más», en octubre de 2015.
Apenas unos meses antes, y tras un determinante informe del CONICET, que exponía el peligro ambiental provocado por las canteras, el Ejecutivo y los empresarios habían llegado a un acuerdo: prorrogar sólo por 120 días la extracción, obligando a los representantes de este gran negociado a buscar nuevos puntos de explotación.
La excusa de siempre
En su momento, desde la Cámara de la Construcción despotricaron por el provisorio cierre de las canteras, por lo que se espera que vuelvan a poner el grito en el cielo. Según ellos, la clausura intempestiva de las firmas de extracción iría «en desmedro de la construcción».
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