En las lejanas tierras de Estambul, Francia y Uruguay protagonizaron la final del Mundial Sub-20. Los europeos llegaron al encuentro decisivo tras superar a Ghana sin dificultades, en cambio, la “Celeste” tuvo que sufrir demasiado ante la sorpresiva selección de Iraq.
En la primera etapa, los nervios fueron los actores principales del cotejo. El temor por la derrota y la constante postura conservadora hicieron que los jugadores se preocupen más por su propio arco, que en intentar agredir al adversario.
En el complemento la fórmula no se modificó y salvo por unas intervenciones de Thauvin y Veretout por el lado de Francia, como los intentos de Avenatti, Rodriguez y Gino por el lado uruguayo, el partido no demostraba grandes emociones. La fricción y el juego brusco llevaron a que el duelo se defina en el tiempo suplementario.
Sin embargo, la media hora extra no sirvió de mucho, ya que las situaciones nunca fueron del todo claras y el encuentro tuvo que resolverse desde los doce pasos. En una jornada larguísima, Francia tuvo la posibilidad de gritar campeón por primera vez con los menores de 20 años. El título se fue para un “Gallo” que festejará hasta el amanecer.
Comentarios